ED. AMARGORD
impreso 7/mayo/2013
extractos de…
III – POÉTICA DE LA REVUELTA
[
… ]
A
pesar del consenso mortífero, el acontecer ha estallado. Sobran padres
benevolentes: no se trata de una aventura de juventud.
///
///
Más
allá del teatro de la representación.
///
La
razón de estado hace manifiesta la locura homicida del orden.
extractos
de…
II – EN TIERRA DE NADIE
ζ
La
deriva del poema no trae una tabla de salvación, sino que aproxima al naufragio
en el lenguaje: más allá de las ruinas en las que sobrevivimos.
ζ
La
intemperie está ahí. El viento levanta una polvareda y sólo cuando se dispersa
deja asomar otro mediodía: el sueño entrevisto en la escritura.
ζ
¿Seguiremos
ajenos a un monólogo de soledades? No
basta que el poema diga: “aquí no hay ningún muro, allá no hay nada” si no se
alza como un martillo.
ζ
No
realizar la vida en el poema sino
–como quería Artaud- realizar el poema en
la vida.
ζ
Escribir como se vive:
resistiendo la asfixia.
de….
I – ALEGORÍAS DEL VIENTO
I – ALEGORÍAS DEL VIENTO
Diáspora
Esa vez que fuiste caricia en mis labios
esas sombras que estallaron más allá
de la retina –cuando la desnudez
se hizo promesa a pesar
de tanta tierra horadada.
Esas veces que los nombres
vislumbraron
su exilio
relámpago
recóndito
arriesgando nuestra superficie.
Ese incendio de árboles.
Esa vez tu voz encendiendo mis
oscuridades.
Esas veces –esas voces– resuenan
todavía
cuando saben
callar.
Resquicios
por los que entrás cada noche
a una región clara
en la grieta
donde
te encuentro
inundándome
de
vos.
Vendrán otra vez a invocar una plegaria
derramada sobre mi boca.
Vendrán las palabras
que desaparecen cuando las llamo.
En esa zozobra
hasta
el silencio
resuena
sin que nadie le responda.
-La herida es un pozo:
no
hay medida que la nombre.
Hasta
la dulzura
tiene
filo y el subsuelo
asfixia.
-No bastan
islas del porvenir ni repetir
los huesos en el mismo salto.
-¿Y
si el mundo que somos
se
fractura?
-¿Y si el viento se hace llaga?
Y
nos abrazamos
y
la noche
cubrió
nuestros cuerpos
de
silencio.
¿Cuándo nos ocultamos en esta lengua
regresando como una pregunta
a su exilio?
Vivimos así:
arrancados
de los árboles
que nos conocían.
Ronda la derrota –el signo
que
expira. Seguirá esa fuga:
sus
bullicios tristes
–la fractura
insistiendo
en
un balance
que
cuenta sus números
abatidos.
Y
sin embargo
todavía
la sombra brilla
en
su exilio nocturno.
La
noche rasga: es revuelta
contra
el derrumbe –erguirse
ante
lo que nace solo
como
la intemperie.
Trazar caminos
más allá de nosotros.
Caminos
sin
que la frente
se
confunda.
Sin salida –si salir es herir
al que viene en su paso inesperado.
Esquivar
el dardo de un dios
empecinado en desoír
toda súplica. Hacer del tránsito
una patria oscura.
Noche incansable y el viento
que
pasa como el río
que
pasa en su dulce desazón.
Hay
lugares y señas y repentino temblor
que
pasa como pasan gritos
y
llantos
(vírgenes
del rencor)
y
un hálito de flores como lluvia
y
un hallazgo:
quien
ama y quien olvida
el
espanto y el perdón.
La historia
huérfana
–asilos de la
memoria–
que
pasa como este saber en los labios
y
este ardor en los ojos
–su
rastro imborrable.
El rostro de dios en su altura
indiferente: una batalla para renacer.
Otros días
traerán una revuelta en la espalda y
la rabia
sacudirá este vano sacrificio.
Más
allá del júbilo: fosas.
Más
acá: el grito que no quiere
arrodillarse.
Este balbuceo se incendia
en la boca del mundo: también lo que
brilla
se apaga en el suelo.
Rabia de labios cocidos –llorosas
cárceles en las que depositaron
los huesos de una promesa.
Entonces
tus
muertos volverán a alzarse
contra
los vaticinios.
¿Qué hay más allá
del
nombre? ¿Qué sabe el día
de
las rutas del frío? ¿Qué agua
de
derrama ante el espejismo de la sed?
Habrá
que fecundar
el
desierto: abrir
la
noche a su travesía –dejar
de
esconderse
en
esta claridad
ciega.
Desnudarse
en la espesura: ser
páramo
(viento que lo transita).
Recorrer
otra vez el vacío
sin
temer la oscuridad. La noche abre
una
fuga
y
no nos desconoce.
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nota/enlace del 09/07/2013
..un trazo abierto sobre la actualidad en la poesía
esta tarde con la propósito
de tomar alguna foto para esta publicación, o que la fotografía me encontrase o
me trajese algo qué decir para este libro del que me vi/veo incapaz de añadir
palabra o narración legítima deambulé digo de un modo mecánico. Decidí
atravesar una parte de esta ciudad donde “lo exclusivo” es tendencia. Para mí
es una zona fantasmagórica donde gentes de avanzada edad ataviados de una
dignidad ungida por la cosmética del ombligo y lengua de funeral toman sus insípidos
aperitivos. Entre tiendas de diseño, con monederos que alcanzan la cifra de un
salario mínimo. El ridículo de la situación me hizo recapacitar y dar vuelta y
volver al parque que tengo cerca de casa, sentarme, leer, y tal vez esperar a
que una hoja cayese al suelo para fotografiarla. En cambio, mientras esperaba
en un semáforo observé a una chica en una esquina, sentada sobre una maleta
portando un cartón y un vaso vacío de plástico enfrente. Mi cabeza entonces pensó que debería acercarme para tomarle
una fotografía. Pero al acercarme no pude resistir a preguntar su nombre y
saber si esa noche tenía lugar para dormir, además de pedirle permiso para
fotografiarla. A lo que, Tume, nigeriana, me dijo que no. Le di algo de
dinero y de regreso, mi cabeza no podía evitar cierta vergüenza al querer
retratarla. Detrás de ella tenía un fabuloso cartel-escaparate de ropa, de muchachos bien vestidos,
y gestos impolutos. Mi intención de convertirla en mito, de domesticar aquella
realidad era un poco como querer elaborar una ilusión real. O lo real envuelto
de la ilusión más bien. Pero del titubeo de sus labios pude sentir el regaño de
su aliento, una evidencia o un llamamiento de cordura. Esta evidencia
percibida, tomada de un no-lugar por parte de una pobre emigrante, delante de
otro no-lugar, la exhibición de una copia de nuestra piel...
En cambio aquella
joven mujer lleva en su piel y en su mirada una pureza que seguramente me
acompañará por el resto de mis días como una enseñanza más fiel que cualquier
palabra.
“La noche abre una
fuga
y no nos desconoce”
…tal vez en estas
fechas tan lustrosas para prodigarnos en
viajes exteriores, en los que retratar las ruinas, sería necesario viajar hacia
nosotros para…
Precisamente del lote de libros que me dejate, estoy leyendo "Materia oscura". Y sí, los ojos limpios llevan una acusación implícita de complicidad. Lo fácil es apartar la mirada, lo difícil profundizar en su lectura. Supongo que el libro de Arturo caerá desde tus manos a mis manos....Bico, irmanciño.
ResponderEliminarMirada pura sí, aunque no limpia, el polvo de los desiertos todavía estaba allí presente a pesar del acercamiento a estos lares supuestamente más civilizados. Cuya simplicidad transmite la urgencia de lo caduco, de lo muerto, protegido por el manto de lo permanente; creer que sabemos algo de la vida cuando no sabemos nada del nacimiento. Este libro tiene mucho de nacimiento en cambio. Dice Arturo…”La revuelta late. Si indignarse es resistirse a perder la dignidad, la rebelión es su acto más genuino: la esperanza de los condenados”…aquí se despierta el cuerpo sagrado de la libertad. No creo en una crisis del porvenir, más bien vivimos en una crisis del por-venir. Hemos de profundizar en su lectura, para que la mirada nos sea devuelta, “para trazar lo (im)posible”.
EliminarDéjame un tiempo en estos trazos antes de hacértelo llegar. Que será en breves.
Apértolas y bicachos irmanciña.