31 de octubre de 2011

Alas


Texto o divertimento escrito a principios de este milenio.




A - ¿Tú! ya tendrás un heterónimo perfil.

L – Debemos librarnos de la libación de la realidad. Hete ahí. (Se tapa las ventanas de la nariz y lo mira de soslayo).

A – Grato es poder navegar como los estoicos, pero ora veo el mundo en movimiento, ato las imágenes, las enlazo, yo también me muevo como las nubes. Sin poder desanclarme de ti. Haz el favor de respirar y continúa el sueño.

L – Es esto. El temor a quedarme arrinconado en aquel rinconete, cabeziturno, catalizando hadas, reteniéndolas en el espectro visible del hueco de aquel rinconete.

A  - Apoya la cabeza en mi regazo. Así. Qué pelo más hermoso. La noche nos acoge como un paraíso de infinitudes sin mancillar. Mancillar, hum. Ahora, junto a ti, cordero balador, puedo descansar y dormir o pensar en quien tu nombre llevara.

L – Un cortejo de Pléyades posa su vida en aquel hueco. ¿Ves? Veo sus vidas y (…lo siento como un espejo/decente) conozco (esa siempre cruzó la hoja haciendo el mismo gesto) la esencia unipersonal de cada una. Todo se estrecha. Incluso las alas de los vencejos. Míralos, son siempre los únicos que no mueren. Siempre el mismo canto. Siempre los mismos nidos… lo que tú y yo decimos.

A – Es importante no salirse del círculo, girar girar, apartarse del sepelio. Sólo las Parcas pueden hilar con los pies helados.

L – Comienzo a marearme.

A - ¿No vas a darme un beso?

L - ¿Para qué?. Eso mismo que podría darte se diluiría en el mismo momento, ahora bien; no en el contiguo. Asperezas, imposturas.

A – Mientes.  Escucha el impulso nítido de nuestro corazón. Los molinos, buscan el aire, ya que de sus aspas mana la misma sangre que de nuestras voces. No duermas y atiende a esta razón.

L -  El tiempo desbaratará cualquier eco. El tiempo remolinea porque no avanza ni hace progresos. Zalamea a los que como yo, se quedan ensimismados en aquel rincón. La gente deplora saberlo, sería indecoroso, un batacazo.
A – Por eso no dejamos de ser. Veo, te siento y todo lo demás sirve de pretexto…  hum, pretexto.

L – El suelo se reblandece y tu mirada estrofa esta luz blanca que entra en el cuarto. El blanco de tu uña que se desprende. Tengo la inusitada sensación, de que alguien va a llamar a la puerta y yo no recibo visitas en albornoz.

A – Sería una indudable injusticia. (Abre la puerta y mira). Afuera no hay nadie. (L, endulzado, se sienta al pie de la cama). Aliviada tu penuria, conserva las sombras que me propones. (Dice cuando escribe en nombre de su amado/amigo en el aldabón de madera con la esquina de una galleta).

L – (Bisbisea).

A – Voy a colgar esta galleta de aquel clavo. No vaya a ser que por una diablura me acuses de conspirador de una injustificada intromisión.

L – Así en diagonal, pareces el lomo de una cascada de un caudal efímero. Aunque no esté en gracia para hacerte el primer diagnóstico.

A - ¿Tú crees buen muchacho?.

L – Sería inmoral que así fuera. Habrá indicios de que soy un amable bizantino, harto en diagnosticar, la caricia, el sentido rotatorio de la senectud desempedregada del sueño. Donabela veni cua ladroni beso vengo. La sartén dónde diablos se atopa, quiero freír  mi lengua en vosas entrañas. Arrepíos.

A – Cero de conduite. Dirán que sois un león paranoiac y te pondrán otro escalón encima.

L – Una fotografía que cobra vida. La luna que surca la parábola. Deberías colgar una. Estas sobrias paredes me abren el apetito.

A - Mirando al mar tus labios bruñen lo que persiguen. Se remiten a bañarme musitando ahora la amplitud de tu pecho y nuestra inmortalidad.

L – El otro día me rompí las sienes en saber qué de querer te retiene conmigo, ¿será un implante al vacío? y que te mantenga contradictoria estampando al reino sensorial la compostura. He anclado un vértice en un mullido nido emulando los brazos en cruz sino tienen otro remedio, irremisibles a un remolino de voluntad capciosa y al fruncido del tiempo. 

A – La duda es un estadio del que no ausentarse, apéndice intratable desde dos puntos de vista. Los puntos ( se acuesta acurrucándose a las mantas) finales son nuestra mayor valentía. No hay retrocesos pero si volvemos atrás buscando germen lo hacemos en espiral.

L – Somos jóvenes para llegar a un punto. La noche te languidece. Parecemos frívolos pero nos tapamos el rostro. (Unas manos que ofrecen algo, o que se ofrecen a sí mismas).



c c metamorfoseando en sombra de árbol

....
Si habeis llegado al punto final. Os haré una confesión. No existe mayor pasión en mi vida que el B-L-U-E-S



Big Joe Williams - She Left Me A Mule To Ride


...

29 de octubre de 2011

“Soñar con otra vida”


"Viajes"
Poema de Ahab
en su blog dentro de un árbol  

Soñar con otra vida.
Rayos de sol.
Huertos y horizontes.
Naranja.

Desde una casa solitaria, contemplar el mar en su apogeo vibrante.
Caminar entre hojas y arbustos, aprehenderse a la tierra
y aliarse al cielo.
Olvidar el tiempo con las horas espesas, los minutos y los segundos
Que zumban como abejas pasajeras.
Desposeerse de los espacios fríos, de las celdas de las reflexiones
De los karmas temporales y las esperas. Sentarse y reposar,
hacerle muecas al silencio moribundo de hoy.
Acercarse a los árboles infinitos.
Alzarse fracasado entre ríos hablando lenguas desconocidas

olvidadas por el hombre.

Ser algo y nada.
Lo único que nos queda,
Las manos vacías.

Erigirse como el tronco.
Perforar este ahora.
Adentrarse.

 
***


Dado que el aire es un cuerpo pesado y que, consecuentemente (según el sistema de Epicuro) desciende continuamente, descenderá forzosamente más deprisa aún, si es arrastrado por el peso de las palabras, porque estas son, igualmente cuerpos pesados y densos, si tenemos en cuenta la profunda impresión que nos hacen y nos dejan. Hay, pues, que lanzarlas desde cierta altura, si no, no pueden tomar la dirección correcta, 
ni caer con suficiente fuerza.

                                                                         Swift.
                                                  (Cuento del tonel, 1)

..tal vez el sol brille por las noches..
.
.
.
.
“Soñar con otra vida”


El sol desciende por el oeste
Girando la faz
Enmudeciendo la sabia con un parto prematuro;
una luna que disfruta de sangre noctívaga.

Así es que decido tupirme con nidos abiertos al cielo
Al labio inferior de la aviadora acróbata
Desparramar mi lengua en la húmeda yerba.

Ahora que no hay retorno iré al laberinto sedoso
De mi alma sin el caparazón de la memoria

Entretejerme

Al velatorio de mis pasos y besar
Este parque
Esta ciudad desdentada
Este pasto de enunciados en combustión.

Sonríe la noche el entresijo moribundo
De mis cuadernos indisciplinados
Repletos de párrafos cansados.

La fatiga del que no tiene nada que perder
Y se sienta debajo de un árbol.

En las frondosas cunas de un fuego versado
en el trino de nuestra existencia
Bruma escarlata
Que confina
una inmovilidad transida.

Cae una hoja con el mapa del amor
Y mis párpados susurran con tenue fantasía
La nostalgia del sueño
La aguja de nuestros corazones abrazándose.
 c c



The Dreamer - Jose James




28 de octubre de 2011

Los ojos son para ver las estrellas



La estrella del Sur.  Julio Verne

Las risas de Daniel y de Susana fueron tan estrepitosas, que Alicia
misma, que acababa de entrar en la habitación, no pudo menos de
reírse también.
—¡Monedas!... ¡Una llave!... ¡Un peine de cuerno!.. —continuaba
Watkins.
De pronto palideció. Sus dedos acababan de encontrar un objeto de
forma excepcional.... No era posible dudar de lo que era. Y, sin
embargo, ¡quién se hubiera atrevido a creer en semejante
casualidad!
Por fin retiró su mano de la cavidad, levantando el objeto que
acababa de coger...
Un grito de dolor escapó de la boca de John Watkins:
-¡La Estrella del Sur!

El famoso diamante se había encontrado intacto; nada había perdido
de su brillo; resplandecía a la luz que entraba por la ventana, como
una constelación.
Únicamente, ¡cosa singular!:
¡Había cambiado de color!
De negro que era antes, la estrella del sur se había convertido en
azul, de un azul que aumentaba su limpidez y su esplendor que arrancaba los párpados.



Otano 1949. Julio Cortázar


Cosa buena es pintar, si sirve para despintarnos de la mala pintura que cubre la realidad enseñada y nos tiene con el alma al duco.
Antes de enternecernos frente a la lámina de la Primavera (quinto grado) habíamos pasado por un tiempo de ver y entender, a esas horas en que amábamos los vidrios facetados, la deformación reveladora de los sifones contra la luz, el espectáculo maravilloso de una cucaracha rabiando en un calidoscopio.
Tenemos muchísimos párpados, y en lo hondo, y perdidos están los ojos. La lista de párpados -que continúo descubriendo y clasificando- incluye la instrucción primaria, el contrato social, la tradición, el culto a los antepasados sin discriminar entre los meritorios y los idiotas, el realismo ingenuo, la viveza, el a mí no me engrupen, la necesidad de hacer juego con el ropero provenzal, el cine y Vasari. Los párpados son muy útiles porque protegen los ojos, tanto que al final no los dejan asomarse a beber su vino de luz. Otano, con grandes pinzas, se ha puesto a arrancar párpados. Ay, duele, vaya si duele. Como que hace ver las estrellas.


Los ojos son para ver las estrellas.



Empty by Petit
When I raised my hand, my arm felt numb. Couldn't even speak a word, my lungs collapsed. Again my dreams, are killing me. This House is empty, my head is empty, my heart would be empty if I had one. To love someone so much, that hurts yourself so bad. Should I've stayed at home? Should I've stayed and drink myself to death? Again my dreams...


Sin tí Linda. Sin tus lindos ojos azules. No puedo soñar ni ver las estrellas. Estoy hueco. 
Mi mirada redacta el vacío.




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25 de octubre de 2011

La ciencia es un mito

Libertad. Democracia Radical.




Antonio Escohotado

 


El filósofo Antonio Escohotado explica que es para él la filosofía. "Utilidad la filosofía no tiene ninguna, salvo la de la humildad del que filosofa", sostiene Escohotado durante su intervención en el programa, para añadir: "si el filósofo no tiene vocación y no tiene autocontención, no es constantemente consciente de sus límites y de que no está allí para impresionar a otros, que esto ya le toca, por ejemplo, a los cómicos o a la clase política, pues mal vamos"...


LINK AL PROGRAMA :::... "pienso, luego existo" Antonio Escohotado




20 de octubre de 2011

La nostalgia cuelga de mis ojos

 
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Estaba claro que porfiar en los secretos de mi celda y en las enojosas libertades
de mis sueños, componía una errata. Hollaba con exactitud centesimal
un espectro cósmico desparramado en mis simulacros de fuga para adocilar
Aliviar los surcos de mi laberinto. Sabía que creer en la constancia de una huella,
mi huella, por el simple hecho de ser única, pertenecía al pasado.
Al regimiento de los recuerdos y al vórtice de las miradas.

El mundo ardió en la rutina
bajo una llama curuscante y cegadora.
.
.





















*

Tengo sed de mar
Absolver el tallo que sostiene mi alma
.
.


Rumbático bajo la pared del cielo envuelvo la agonía de los peces
que ellos han cartografiado con sus espinas finales fingiendo flagelo y finitud.

La especie gime.
Arde
lanza lava
posa nuestras huellas y abandona su demora
hasta que encuentre el orden necesario
un orden de poder y falta de coraje
 .
.


Comprendo el abismo abriéndose en una tierra agotada
impostada
los puentes hacia el vacío
la equilibrada osadía del sufrimiento humano pero la verdad es
detonar
la evolución para huir de la palabra sublime, desjarretar al hombre
Lanzarlo
a la resonancia de sus ausencias.
Recordará el escenario
y subjetivizará y se empeñará en hacer una tesis científica de la otredad.
.
.


Ya el sol cae como una espada de bronce y amenaza al liquen de mi orilla
con la sangre de siete vírgenes y si es preciso
                                  han de traer los códices bautizados
con la selva de sus entrañas.
Venderé el mueble de mi fama para alzarme a los abismos de mis profundas necesidades.
.
.
.


Nimia mi cara suelta una dirección
una gota
una gota borraría al hombre que soy
Daniel
en esa misma celda
el rizo
el silencio
el enjambre de ciudades disecadas
al que enviaré un juego de té chino, una grulla de papel y un dedo amputado por el anillo del ártico, el polvo de un velamen carente de dignidad como la sonrisa de un ángel gris que incrusta su cálido cuerpo en los engranajes dolorosos
                                        de tus éxtasis maduros.
Devuélveme al árbol
al diálogo con el sol
al dulce filo de la guillotina y al debut de tu regazo.
.
.
.


Escudriñaré el acantilado de tus pechos con el ansia conocida
en los tomos de mi lengua blanca cultivando el reverso
y hundiendo los dientes en el rincón de tus sentidos.
Dirijo las briznas de mi aliento
a extinguirse en un abrazo salinoso
y ya mi mandíbula rompe tu crisálida
para orbitar en el esplendor de tus cicatrices
y en los vástagos malheridos de tus cuadernos de bitácora.

Hay una puerta en el aire

ocultando una ciudad invisible
.
.




Reposa en tu alcoba la ceniza aquella
de un mástil que carece ya de velas
pues la noche vendrá a mí
Mugiré a las estrellas
Reclamaré mi libertad
y las libertades de mi laberinto
las erratas de mis sueños
el silencio del infinito


                       Dejadme
               Aunque vengáis de tierras remotas
La nostalgia, cuelga de mis ojos


...caracolea...



"ORFEO NEGRO" - Aziza Mustafa Zadeh 


17 de octubre de 2011

Anudado a la supervivencia - José Saramago

Plaza "María Pita" - A Coruña...15-oct-2011


“Ayer tuve un sueño, Ayer tuve un sueño donde yo era un médico de primaria. Todos los médicos generales, médicos de familia, pediatras e incluso otros de diversas especialidades, éramos iguales ante la Administración. Todos éramos médicos de Atención Primaria, porque lo importante era el medio donde trabajábamos. Independientemente de las diferencias de titulación o de especialidad, a todos nos enorgullecía y nos sentíamos importantes, siendo médicos cercanos, trabajando para la población, siendo respetados por nuestros ciudadanos.
*
En mi sueño, en este ámbito de Atención Primaria, el médico general de familia era el coordinador de los procesos asistenciales, con autonomía y capacidad de dirigir y gestionar, garantizando la continuidad de los cuidados de la población, acercando el ámbito hospitalario al ciudadano, con gran capacidad resolutiva y coordinando los trabajos de otros compañeros, de otras especialidades que compartían mi mismo medio.
*
En mi sueño éramos respetados, queridos y necesitados, no sólo por la población, sino por los otros profesionales que necesitan de nuestra visión integral y longitudinal de los procesos. Nuestras decisiones, nuestras actuaciones, eran claves para cohesionar las actuaciones sociosanitarias, y esto era así, entre otras cosas, porque todas nuestras decisiones eran compartidas con los ciudadanos. La sociedad estaba implicada estructural y sobre todo funcionalmente en el ámbito de la Atención Primaria, de tal suerte que los médicos y los ciudadanos eran los motores de todos los procesos de salud……”   

                                                                    Octubre 2008, A Coruña.


                                                     *


               Así empezaba el discurso del congreso, cuatro mil butacas de médicos estremeciéndose y haciendo muecas infantiles ante una clase importunada. Yo me encontraba en un lugar digamos privilegiado pues estaba en un alto, pendiente de recoger unos equipos de iluminación al término del discurso. El congreso duró varios días, pero las conferencias médicas solían estar vacías, ya que los asistentes se dedicaban más a pasear por los stands, comer, beber y hablar de sus vacaciones.
No les fue grato escuchar a alguien que le dedica el Nobel de literatura a un abuelo analfabeto, llamarles poco menos que carniceros. A mí me daba la sensación de estar escuchando a una persona humilde, que vino de ganar mil batallas, contar lo importante que es el ser humano para el futuro. Entregar su vida a un noble fin. Insumiso a las leyes del mercado….


                                                                       *


La decisión de don José apareció dos días después. En general no se dice que una decisión se nos aparece, las personas son tan celosas de su identidad, por vaga que sea, y de su autoridad, por poca que tengan, que prefieren dar a entender que reflexionaron antes de dar el último paso […..]Además, si persistiéramos en afirmar que somos nosotros mismos quienes tomamos nuestras decisiones, tendríamos que comenzar dilucidando, discerniendo, distinguiendo, quién es en nosotros, aquel que tomó la decisión y quién la cumplirá, operación imposible donde las haya. En rigor, no tomamos decisiones, son las decisiones que nos toman a nosotros. La prueba la encontramos en que nos pasamos la vida ejecutando sucesivamente los más diversos actos, sin que cada uno vaya precedido de un período de reflexión, de valoración, de cálculo, al final del cual, y sólo entonces, nos declararíamos en condiciones de decidir si iremos a almorzar, a comprar el periódico o a buscar a la mujer desconocida.

“Todos los nombres” José Saramago.


                                                                 *
“Prefiero las personas a los principios y prefiero las personas sin principios a cualquier otra cosa en el mundo”  Oscar Wilde

                                                                *
“Fuera de la cabeza humana no hay ni bien, ni mal, ni ideal, ni Dios. No hay nada. Todo lo que llevamos está dentro de nuestra cabeza” Saramago

///                                                             *

Voy a dejaros también una canción de un guitarrista que escuché dos años antes, en el mismo recinto. Jim Hall. Besos y salud a tod@s, o como dijo él antes de partir.

- Até a amanhá.


/*/*/*/*/

14 de octubre de 2011

" Ternura "

       #



 

La apariencia parece debilitarse tras el advenedizo de la pasión

partícipe
   la peripecia

el lago deshilvanado de la astucia de las estrellas

el rizo
   el silencio

               

y el habla de la comunidad amputando


vomitando lava inmadura en mis bolsillos

victoria dócil que mis manos tornean

pues
¿qué es sino la palabra?

un bolsillo

la morada impasible

extinguirse en la ternura
lentitud

   equidad increscendo

                                   

Un abrazo se detiene en seco

Lo sustantivizo
Lo erosiono

Es ávido, rompe las carambolas neuronales

pues

¿qué es sino un abrazo?

un antídoto

la huella exhausta en una espalda

un manojo de briznas impecables

un adiós
radiante felicidad de rastrojos abandonados

acolchando las calles

                                        .

Esta noche no quiero un final sublime

me arrodillo
y beso la elección.



                                                           *



                        PETIT - "Goodnight"

12 de octubre de 2011

poema sin título



(Poema pensado para que las palabras revivan) , (Sin título)
 -


Mi linda niña, recobra la confianza en mí,
tan sólo se trata de libertad controlada
*
Una virtuosa herramienta sagrada y describirla sería usarla
*
La virtud no es una herramienta de diseño
pues es intolerable al poder establecido
*
Lagos deshilvanados y pumas de cama
Quinqués dolidos  cerca del ramo del adiós



 
     Aunque no existen adioses / tan sólo fluctuaciones combinadas
     Un rostro en el cielo que nos persigue
     Un espejo en el lecho marino
     Todo es libertad pues la esencia es simple y virtuosa
     Prescindamos pues de manejar la realidad a nuestro antojo

Pero...                 
tic...
tac...

Se arrastra el tiempo y mi celda se hace mundo
Los autorretratos se vuelven firmas feroces
En esta luminosa quietud ancestral

Rastreo el horizonte y sólo veo silencio
Masticado por incómodas atrocidades
Exijo el rescate de mi luz para destripar las tinieblas
Zarandear los senderos para aferrarme al parto de mi brújula
Desnudar los extravíos y vestir los faros con espuma rugiente
Alcanzar mi imperfección y alzarme con la victoria

Tenderte mi amada un camino de amaneceres
Racimos cargados de vagabundos placeres encantados
Me encadenaré a las llamas para que me observes
Pálido despertando el mapa olvidado de estas palabras
Y el suspiro fresco de tu boca celeste

Me busco en la luz y rasguño el sol
Y de las grietas de sus labios mil diabluras veo
Avivando la sed de experimentar esta poesía
En los meandros de tu piel matinal e iridiscente
Colmando la persecución del mar y el reflejo preñado
De anclas tejidas a fábulas de vereda y vendaval sin nombre
Estelas de delfines rampantes entre tus dedos laberínticos

Soy isla, soy faro, soy terruño cabalgando en tu espalda de sal
Soy canto, soy falacia de prodigio mortal y soy equipaje de playas
Cuyo alfabeto en trance reviste un enjambre de ciudades ya disecadas


* * * * *

Tic-tac // Tic-tac… suena parecido a crac-crac
Elijamos el pum-pum // como segundero, los latidos // pum-pum-pum

* * * * * * *

6 de octubre de 2011

Francis Bacon… Por Milan Kundera y..



[…] Claro, todos los retratos que jamás se han pintado quieren revelar el “yo” del modelo. Pero Bacon vive en la época en la que el “yo” empieza a ser escurridizo en todas partes. En efecto, nuestra experiencia más trivial nos enseña (sobre todo si la vida que se nos va quedando atrás se prolonga demasiado) que lamentablemente las caras se parecen todas ( y la insensata avalancha demográfica no hace más que incrementar esa sensación), que dejan que se confundan, que sólo las diferencia algo diminuto, apenas perceptible, que, matemáticamente, sólo representa, en la disposición de las proporciones, unos pocos milímetros de diferencia. Añadamos a todo ello nuestra experiencia histórica, que nos ha inducido a comprender que los hombres actúan imitándose los unos a los otros, que sus actitudes son estadísticamente calculables, sus opiniones manipulables, y que, así las cosas, el hombre es menos un individuo (un sujeto) que un elemento de una masa.
En esos tiempos de dudas es cuando la mano violadora del pintor se apodera con un “gesto brutal” de la cara de sus modelos para encontrar, en algún lugar de su profundidad, su “yo” sepultado.
[…]
infinitamente frágil estremeciéndose en un cuerpo;
el rostro sobre el que fijo mi mirada con el fin de encontrar una razón para vivir ese “accidente desprovisto de sentido” que es la vida.

Milan Kundera .                                                   "Un encuentro"

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Edgar Allan Poe                                   “El hombre de la multitud”

Pegada la frente a los cristales, ocupábame en observar la multitud, cuando de pronto se me hizo visible un rostro (el de un anciano decrépito de unos sesenta y cinco o setenta años) que detuvo y absorbió al punto toda mi atención, a causa de la absoluta singularidad de su expresión. Jamás había visto nada que se pareciese remotamente a esa expresión. Me acuerdo de que al contemplarla, mi primer pensamiento fue que, si Retzch la hubiese visto, la hubiera preferido a sus propias encarnaciones pictóricas del demonio. Mientras procuraba, en el breve instante de mi observación, analizar el sentido de lo que había experimentado, crecieron confusa y paradójicamente en mi cerebro las ideas de enorme capacidad mental, cautela, penuria, avaricia, frialdad, malicia, sed de sangre, triunfo, alborozo, terror excesivo, y de intensa, suprema desesperación. “¡Qué extraordinaria historia está escrita en ese pecho!”, me dije. Nacía en mí un ardiente deseo de no perder de vista a aquel hombre, de saber más sobre él. Poniéndome rápidamente el abrigo y tomando el sombrero y bastón, salí a la calle y me abrí paso entre la multitud …


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               Los cuadros de Bacon asumen una fuerza aterradora, son la calidad subyacente de la realidad, la existencia celada, el padecimiento disimulado, la angustia adquirida. Sus trazos recuerdan a Munch o a las pinturas negras de Goya… pero sobre todo se encuentra el retozo, el expresionismo de la desfiguración de la letra humana. Por ello se centra en el retrato, rodeado de espacios foscos y angostos, con unos colores que resuenan a Van Gogh. Y sí, explicar a Poe es explicar a Dios porque supo encarnar al diablo, también fuera del hombre. 



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3 de octubre de 2011

El ángel de lo extraño



fotografía de la carátula del disco de alphonse mounzon "By all means"


                                El general De Gaulle dijo alguna vez que  -el talento es un título de responsabilidad-. Los seres que tienen el don a su disponer, deberían hacerse cargo de no traicionar la imaginación de sus seguidores. Aunque en el caso de Edgar Allan Poe… es la imaginación quien persigue al talentoso para traicionarlo repetidamente y con incisiva dentellada. Desde hace varios meses leo sus cuentos programadamente. Los lunes empiezo uno y repito su lectura hasta el lunes siguiente. Los persigo como le perseguían los vértigos del infinito o los dolores del matrimonio. Y me es relatada la condición humana, extraña, no exenta de verdad azarosa pues nadie discute los caprichos del destino sin lanzar antes un bramido. Un día escribió;  -el mundo entero es el escenario que requiere el histrión de la literatura-. Sus cuentos destilan entre neblinas de embriaguez los atroces meandros que rebasaron su vida. Recuerdo el primer tomo que cayó en mis manos. En un tiempo adolescente en el que adolecía de cierta hipersensibilidad, y mi visceralidad congeniaba con este autor al que el alcohol provocaba un efecto terrible. Donde lo real y lo imaginado se unían.
También a mí me rozaron las musas y pensaba que podría tomar de un frasco de tinta el material suficiente para curtir textos inmortales. Pero se quedó en efectos de pirotecnia. Tal vez no perseguí con dedicación tal objetivo. No me extenderé más. Tan solo ofrecer un párrafo del prólogo de Julio Cortazar a sus cuentos completos.

//                                                                                                                                                               //

[…] ; Poe debía tomar allí el tren para Filadelfia, pero se hacía necesario esperar varias horas. En una de estas horas se selló su destino. Se sabe que cuando visitó a un amigo ya estaba ebrio. Lo que pasó después es sólo materia de conjetura. Se abre un paréntesis de cinco días, al final de los cuales un médico, conocido de Poe, recibió un mensaje presurosamente escrito a lápiz, informándolo de que un caballero “más bien mal vestido” necesitaba urgentemente su ayuda. La nota procedía de un tipógrafo que acaba de reconocer a Edgar Poe en un borracho semiinconsciente, metido en una taberna y rodeado por la peor ralea de Baltimore. Eran días de elecciones, y los partidos en pugna hacian votar repetidas veces a pobres diablos, a quienes emborrachaban previamente para llevarlos de un comicio a otro. Sin que exista prueba concreta, lo más probable es que Poe fuera utilizado como votante y abandonado finalmente en la taberna donde acababan de identificarlo. La descripción que más adelante haría el médico muestra que estaba ya perdido para el mundo, a solas en su particular infierno en vida, entregado definitivamente a sus visiones. El resto de sus fuerzas (vivió cinco días más en un hospital de Baltimore) se quemó en terribles alucinaciones, en luchar con las enfermeras que lo sujetaban, en llamar desesperadamente a Reynolds, el explorador polar que había influido en la composición de Gordon Pym y que misteriosamente se convertía en el símbolo final de esas tierras del más allá que Edgar parecía estar viendo, así como Pym había entrevisto la gigantesca imagen de hielo en el último instante de la novela. Ni “Muddie”, ni Annie, ni Elmira estuvieron juntos a él, pues lo ignoraban todo. En un intervalo de lucidez, parece haber preguntado si quedaba alguna esperanza. Como le dijeran que estaba muy grave, rectificó: “No quiero decir eso. Quiero saber si hay esperanza para un miserable como yo”. Murió a las tres de la madrugada del 7 de octubre de 1849. “Que Dios ayude a mi pobre alma”, fueron sus últimas palabras. Más tarde, biógrafos entusiastas le harían decir otras cosas. La leyenda empezó casi en seguida, y a Edgar le hubiera divertido estar allí para ayudar, para inventar cosas nuevas, confundir a las gentes, poner su impagable imaginación al servicio de una biografía mítica.  ___________J.C.

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                                        Está bien pensar que lo que quería preguntar era si de tanto seducir a la muerte, tras de sí, dejó algo de vida. En el mausoleo de lo absoluto describió lóbrego y a veces además hermoso, las ruinas de la multitud. Los lunes empiezo un cuento suyo y así hasta el siguiente lunes, alargando así sus vidas dentro de la mía. Si a él lo herían era porque aceptaban su propia imagen, siendo como era, conocedor de las diatribas del hombre mejor que nadie. Además construía, como buen poeta que era, una naturaleza…  una encina por ejemplo. Alzaba desde un germen, con un cincel las ramas que habrían de subir al cielo para después hacia los lados querer rodear la tierra y abrazarla. Apoyándose en sus creencias de que sería absurdo no ser objetivo con lo que se ama así tampoco valdría releer, las arquitecturas del Corán u otros sagrados libros se leen y se aman y se leen, pero no hablan de la avenida, de los puertos, los horarios de tráfico  y es imperdonable. Cuando veo un tranvía por ejemplo rodando seguro atravesando las calles me pregunto que religión no impulsó su paso. El desarrollo más allá de una evolución es una voluntad específica. Cuando subo al tren me horadan el billete para verificar mi compra. Tick, pasa. Pero Poe delineó en toda extensión, que detrás de ese orden existe un desorden en el desarrollo de las empresas mercantiles o en cambio por fascinación.

  y me pregunto… ¿Qué hago yo aquí explicando estas cosas en vez de perderme en las hojas de un cuento?



manual de combate

“Manual de Combate”
(Charl3s Bukowski)

 Siendo muchacho dividí en partes iguales el tiempo
entre los bares y las bibliotecas; cómo me las arreglaba para     proveerme      de
mis otras necesidades
es un puzzle;
bueno, simplemente no me preocupaba demasiado por eso - si tenía un libro o un trago
entonces no pensaba demasiado
en otras cosas- los tontos crean su propio
                                paraíso.
En los bares, pensaba que era
   rudo,
     quebraba cosas,
peleaba con otros hombres,
      acostarse con muchas mujeres,

y más cerveza.

En las bibliotecas era otra cosa: estaba callado, iba
                     de sala en sala,
no leía tantos libros enteros
sino partes de ellos: medicina, geología, literatura y
filosofía. Psicología, matemáticas, historia, otras cosas me aburrían.
Con la música estaba más interesado en la música y en
la vida de los compositores que en los aspectos
                    t é c n i c o s...
sin embargo, era con los filósofos con los que me sentía en hermandad:

Schopenhauer y Nietzsche,

incluso aquel viejo difícil-de-leer Kant; encontré que Santayana, bastante popular en aquella época,
cojeaba y era aburrido;
con Hegel realmente tenías que escarbarlo, sobre todo
con una resaca; hay muchos de los que leí de los que me he olvidado,
                                       quizás con buena razón,

pero recuerdo un tipo que escribió un libro entero
en el que probaba que la luna no estaba allí
y tan bien lo hizo que después pensaba: está
absolutamente en lo cierto,

    la luna no está allí.

¿Cómo cresta va un muchacho dignarse a trabajar
8 horas al día cuando la luna ni siquiera está allí?
¡Y no me gustaba la literatura tanto como los críticos
literarios!; ellos sí que eran verdaderos aguijones
 esos       tipos usaban
un lenguaje refinado,
hermoso a su manera,
para llamar a otros
críticos, otros escritores
                                             unos huevones.

Me subían el ánimo, si
pero eran los filósofos quienes satisfacían
esa necesidad
que acechaba en alguna parte de mi confuso cráneo: vadeando
     por sus excesos y su

                    vocabulario cuajado

 aún me asombraban
       
                            saltaban hacia mí
brincaban

con una llameante declaración
l ú d i c a que aparecía ser
          una verdad absoluta o una puta casi
absoluta verdad,
y esta certeza era la que yo buscaba en una vida
diaria que más bien parecía un pedazo de
cartón.
'¡Qué grandes tipos eran esos viejos perros, me ayudaron a atravesar
esos días como navajas y noches llenas de ratas; y   mujeres

             regateando como martilleros del infierno.

mis hermanos, los filósofos, me hablaban como nadie
venido de las calles o alguna otra parte; llenaban
un inmenso vacío.
Qué buenos muchachos, ah, ¡qué buenos muchachos!
sí las bibliotecas me dieron cosas;
en mi otro templo, los bares,
era otro tema, más simplista
 el lenguaje y el camino era diferente.
días de bibliotecas, noches de bares.
las noches eran todas parecidas,
   hay un tipo sentado cerca,       quizás
no de mal aspecto,
               pero a mí no me parece bien,

hay una horrible muerte allí - pienso en mi padre -,
en maestros de escuela, en caras, en las monedas y billetes; en sueños
de asesinos, bueno.
Dijeron que Céline era un nazi
dijeron que Pound era un fascista
dijeron que Hamsun era un nazi y un fascista.
pusieron a Dostoievsky frente a un pelotón
de fusilamiento
y mataron a Lorca
le dieron electroshocks a Hemingway
(y vos sabés que se pegó un tiro)
y echaron a Villon de la ciudad (París)
y Mayakovsky
desilusionado con el régimen
y luego de una pelea de enamorados,
bueno,
también se pegó un tiro.

Chatterton se tomó veneno de ratas
y funcionó
y algunos dicen que Malcom Lowry se murió
ahogado en su propio vómito
borracho.
Crane se tiró a las hélices
del barco o a los tiburones.

El sol de Harry Crosby era negro.
Berryman prefirió el puente.
Plath no encendió el horno.

Séneca se cortó las muñecas en la
bañera (es la mejor manera:
en agua tibia)
Thomas y Behan se emborracharon
hasta morir y
hay muchos más.
¿y tú quieres ser un escritor?

es esa clase de guerra:
la creación mata,
muchos se vuelven locos,
algunos pierden el rumbo y
no lo pueden hacer
nunca más.
algunos pocos llegan a viejo.
algunos pocos hacen plata.
algunos se mueren de hambre (como Vallejo).
es esa clase de guerra:
bajas por todas partes.

está bien, adelante
hazlo
pero cuando te ataquen
por el lado que no ves
no me vengas con
remordimientos.

ahora me voy a fumar un cigarrillo
en la bañera
y luego me voy a ir a
dormir.


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Sobre Chatterton

Thomas Chatterton aprendió a leer pasados los siete años y murió antes de haber cumplido los dieciocho, tras haber realizado una falsificación literaria portentosa que engañó a diversos eruditos y le transformó en una legendaria.
Era huérfano de padre. Lo echaron del colegio a los cinco años dándolo por inútil. Se entregó a la lectura de forma febril. Según relato de su hermana, a los ocho leía todo el día, ya fuera sobre heráldica, astronomía, medicina, música, etc. Pero su voracidad no tenía por objeto el saber, sino la fama, con el fin de sacar de la miseria a su familia. Leyó unos viejos pergaminos del siglo XV que habían sido vendidos al peso por una iglesia para hacer moldes de costura y asimiló su lenguaje. A los once años compuso la égloga Eleonure y Juga. Alegó –y le creyeron– que se trataba de un viejo manuscrito del siglo XV. Su autor –precisó Thomas– era el monje medieval Thomas Rowley, que, como es natural, no existía. Era uno de los primeros heterónimos de la historia. Siguió con sus falsificaciones medievales, y por ejemplo hizo para un conde una genealogía familiar que iba "desde la Conquista normanda hasta nuestros días", con todo tipo de referencias y notas a autoridades y libros inexistentes y la reproducción del presunto escudo de armas de la familia; ganó por ello 5 chelines. Días más tarde amplió la genealogía y se ganó otros cinco chelines.


La muerte de Chatterton (1856) de Henry Wallis. Tate, Londres.

Por entonces Chatterton ya trabajaba como escribiente de un abogado (según algunos estudiosos, en él se habría inspirado Herman Melville para su Bartleby) A Rowley se sumaron otras figuras fantásticas, aunque todas ellas con algún asidero en la historia oficial. Chatterton –declarado admirador e imitador del falsario James Macpherson– les hizo componer poemas, baladas, genealogías, biografías y autobiografías, piezas periodísticas y teatrales, sátiras. Los hizo conocerse mutuamente, escribirse cartas, editarse, anotarse, traducirse. Como Walter Scott unos años más tarde en sus novelas históricas, no temía mezclar sucesos y personajes reales en sus fábulas. Creó un mundo paralelo. Avejentó su ortografía y su papel untándolo con ocre y restregándolo contra el piso de ladrillo, y compuso un diccionario Rowley-Inglés/Inglés-Rowley basado en diversos diccionarios y obras antiguas.
El profesor Skeat, primero en demostrar definitivamente el carácter espurio de los escritos, notó que casi todas las palabras anglosajonas utilizadas por Rowley comienzan con la letra A, de lo que deduce que Chatterton no pasó de esa letra en sus estudios. En 1779, cuando creyó estar preparado, Chatterton le escribió una carta a Horace Walpole, celebrado autor de El castillo de Otranto, enviándole un escrito que fechó en 1469. Walpole festejó el hallazgo y preguntó de dónde lo había sacado. Walpole –ya engañado antes por James Macpherson– se desentendió del asunto. Chatterton escribió un soneto acusándolo de falsario, más tarde amenazó con suicidarse (en su testamento indicaba que quería ser enterrado en una tumba medieval).
Sus amigos, creyendo que así lo salvaban, le financiaron un viaje a Londres en abril de 1770. La capital no le fue inmediatamente hostil: en poco tiempo colaboraba regularmente para varios periódicos con composiciones propias de toda índole, además de algún que otro Rowley. El pago, no obstante, era algo menos regular. En junio o julio, una pieza musical llamativamente intitulada La venganza le redituó buena plata. Fue su primer y último gran éxito. Chatterton le envió a la familia un paquete con un juego chino de té, moldes de costura, un abanico para su madre y otro para su hermana, tabaco para la abuela y otras cosas finas. Como se puede ver, el gesto no corresponde ya a un humano sino a un ángel. Cometió suicidio con una dosis mínima de arsénico, aunque algunas otras versiones hablan de una sobredosis de opio, el 24 de agosto de 1770.
Obras
Siete años después de su muerte se editaron las obras de Rowley. Algún historiador dieciochesco de la poesía inglesa lo puso entre los cuatro mejores poetas ingleses de la antigüedad. El presidente de la sociedad de anticuarios escribió un libro para probar que era auténtico. Recién un siglo más tarde Skeat cerró el debate, demostrando de una vez y para siempre que Rowley era Chatterton. Pero Rowley es sólo una parte de Chatterton. Su obra verídica es tanto o más rica que la apócrifa, que apenas si pudo ser publicada. Algunas de sus sátiras (notablemente Memorias de un perro triste) no tienen nada que envidiarles a los maestros del género, y lo mismo corresponde decir sobre algunos de sus poemas. Su vida y su obra interesaron a las artistas posteriores. Herbert Croft lo incluyó en su novela epistolar Amor y locura, John Keats le dedicó su Endymion; Samuel Taylor Coleridge, una de sus monodias. El pintor Henry Wallis se inspiró en su suicidio para crear una de sus obras maestras. Alfred de Vigny compuso un drama que lleva su nombre, Chatterton, luego musicalizado por Ruggero Leoncavallo.


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Behold
the clear religion of heaven! Fold
A rose leaf round thy finger’s taperness”   _ John Keats.
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                 En cambio; cuando el dedo se subleva y acusa, mi dedo intentándose salir de la mano, mi dedo índice de la mano derecha deja de acariciar los nervios de las hojas, señala un bello atardecer con el deseo de un mañana mejor. ¿Pero quién nos dice que habrá un mañana?. Nadie, por tanto, deberíamos poder elegir en el caso de estar allí. En el caso de que mi dedo llegue antes, será contribución a descubrir el presente, unido al resto de dedos. Que conviene decir, están bastante contentos de que estén unidos.

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Queridos Riders

on the road


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