PAPEL A PUNTO DE
Estíbaliz Espinosa
Desaparecer
desde Gutenberg ha sido la bola de escarabajo pero de papel que el hombre ha deglutido
de un par de líneas. No siempre ha sido un terrón de boca pero sin lugar a
dudas, indagar el espacio de cualquier materia, esa “inextinguible realidad
increada” como decía René Chàr, se desprende como un suave iceberg que se da a leer. Bajo una
aparente simplicidad que estructura Estíbaliz en
papel a punto de
es
fácil encontrar el tigre, el que no está en el verbo, el macguffin.
Transfinito, el papel mora en quien lo protege con el abrazo del tórculo, y
con él acuña tres tigres-lugares-innominantes “materia oscura” “materia gris”
“fluido rosa”. Aunque para ello la imagen de un terrón ha de ser cambiada por
un desierto. [Nota mental- Mañana buscar el libro de Georges Perec, “Especies
de Espacios”]
" papel a punto de"
Irrumpimos
en esta geometría de cantos obedientes a la escritura como feroces carcomidos por
una distancia de siglos.
No es
más que un nicho de mercado dicen algunos. No es más que un esternón de calcio
ausente en mi vida, dices tú. Como sobre una cama revuelta vendavalean mis
sujetos con tu predicado. Es su silencio de venda el que nos hizo llorar. Es su
aspecto de fotografía velada el que emborronó la luz del día. Sepulcro
hermético de una palabra enclenque, aferrada a ti como a un cálculo de
probabilidades. Fíjate bien, en su cuadrilátero apenas te noqueará la vida. Si
bien nada de esto significa estar a salvo. La extinción de las formas sigue su
ritmo de lectura. Rebotamos contra las paredes de esta cárcel del idioma,
instalada sobre la estera de un desierto. Qué pájaro querrá beber de este
charco de autocomplacencias. Qué humano se contemplará en toda esta agua por la
que circula con lentitud de vaca el universo. Una huella seca significa más que
esto, relata mejor lo que se entusiasma y se pudre.. A ver, un espejo de harina
para el monstruo conmovido. La rectangularidad de este paisaje rebanará tu
cuello. Hemos cultivado parterres con inocencia y experimento. Campo magnético
de juegos de pelota y puntos y aparte. Schrödinger formula nuestra existencia
en términos de ser o no observados. Leídos. Ahora la estricta regularidad de la
página nos somete a sus guarismos: tu abuela asoma por el borde que has doblado
y hay un borracho dormido entre las fibras vegetales. Nada de esto sucedería en
el mundo digital. Las páginas no arderían como libros místicos, sino que se
disolverían como gramos de almas. Algo estremece esto que tenemos entre las
manos. Tálamo nupcial de la locura y la consigna. Emulsión cuadrada de área
igual a base por altura entre los dos. Compuerta por la que cabalga la
humanidad casi dispuesta a conquistarnos. Quién escribe y con qué intenciones.
Se desalojó
de su
materia y llegó a nosotros. Chip nervado. Seixo
branco. Palma primitiva. La primera mano virtual. Fosa mariana herida por
un rayo. Llaga que nunca termina de cerrar del todo. La lenta supuración
humana. A punto de nieve su soledad.
Toda
la elegancia y la ternura de un pañuelo doblado por nuestra madre al fondo del
cajón que en contadas ocasiones miras. Factura de la luz. Esto horizontes
móviles pueden con todo. Nada los amenaza, nada los arrasa. Soportan, como
columnas de humo, la belleza. Salen indemnes de ella. No se inmutan ante
nuestro informe forense. Saben dónde se esconde el delator sin delatarlo. Nunca
se leen entrelíneas a sí mismas. Sellado con silicona preservan el corazón de
los grandes. En una urna griega, las cenizas de un romántico inglés. En un
cáliz que se aparta, las retinas celestes de un peruano. Resiste una copia en
carbón de aquellos que se perdieron. Papel carbón.. Páginas de cortesía nos
ofrecen su cálida nuca. Páginas, páginas, páginas. Demasiadas. Su insolencia.
Léeme. A veces sosa su cáustica, aburrido su paroxismo. Las ocultas, las
pálidas, las eclipsadas… Quién lo diría: células fotoeléctricas que se activan
con tu mirada. Mazorcas de letras. Ristras de palabras. Hologramas viviendo su
existencia a medias en el orden del alfabeto. Es ésta una cama hecha para
deshacerse. Una levadura que levita. Cada expresión humana corre a esta
ecuación a guarecerse. Del mundo. A pesar de nosotros mismos, su registro nos lamina
en pasados y futuros, formas dichas y elididas, nombres propios y comunes. Lo
mezcla todo. Sil y Nilo. Monelos y Amazonas. Su ciencia vacuna la ficción. De
la escritura no esperes nada, la literatura con su forma de hueco de pala está
excavando los contornos de tu muerte. Les planta flores y vías lácteas. En este
laboratorio improvisado que fregamos desde los siete años, una casual sucesión
de químicas orgánicas convierte esos contornos en bomba.
-
Una
bomba permanente en suspense sobre la boca de un niño.
-
Es
el hijo de tu hijo, radiactivado en la lectura.
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Thoreau
cuenta, “dice la historia –aunque de
este vicio nunca fueron culpables los indios-, que mientras así festejaban, la
colina se tambaleó hundiéndose de repente; aunque se salvó una vieja india
llamada Walden, que dio su nombre a la laguna. […] …ya no hay misterio para mí
y se me desvela el empedrador. Si el nombre no fue derivado de algún topónimo
inglés –como Saifron Walden, por ejemplo- cabría suponerlo originalmente
Walled-in Pound.” Es adecuado acercarse
a cierta poesía como si fuera una laguna mullida por heteróclitos y
heteretrópicos, pues en la poesía de Estíbaliz, el mostrar se convierte en
maullido, desde ninguna ciudad, desde dentro
[…
de entre todas las formas de
hacerte inmortal
escogieron esta
esta página.]
GATOS: Son salvajes
en el corazón de las ciudades,
pero tímidos y
asustados en el corazón de los bosques.
Ya no están bien en
ninguna parte.
[“El circo del Dr.
Lao”, Charles G. Finney]
Aunque como dijera
Georges Perec en un “Pequeño pensamiento
plácido”
“Cualquier
propietario de un gato dirá con razón que
los gatos viven en las casas mucho mejor que
los hombres. Incluso en los espacios más horriblemente
cuadrados, saben encontrar los rincones propicios.”
8y
Gato,
lago. Redescubrir lo simple como convergencia de posibilidades; no solo divide
sino que también (nos)reúne. Y como decía Deleuze además de Bergson “La diferencia interna habrá de distinguirse
de la contradicción, de la alteridad de la negación. Este es el punto en el
cual el método y la teoría de Bergson se contraponen a ese otro método, esa
otra teoría de la diferencia, que llamamos dialéctica. Tanto a la dialéctica
platónica de la alteridad como a la dialéctica Hegeliana de la contradicción”.
Ojo, latido de pupila, sutura, secesión de la palabra. Retama dolida o en
suspenso, musical huella con transustanción o sin ella, el milagro se produce.
La poesía aún así se ha visto y sobre todo en occidente maltratada por un
exceso de filosofía y por el romanticismo de origen apoderado. Citaré un texto
tirando de la pestaña de “El libro de la almohada” de Sei Shonagon escritora,
en el año 994 – “Cosas que hacen latir deprisa el corazón… Gorriones que
alimentan a sus crías. Pasar por un lugar donde juegan niños. Dormir en una
habitación donde se ha quemado incienso. Advertir que un elegante espejo chino
está un poco empañado. Ver a un caballero que detiene su carruaje frente al
portón y ordena a sus servidores que lo anuncien. Lavarse el pelo, acicalarse y
ponerse ropas perfumadas. Aunque nadie lo vea, sentimos un íntimo placer.
Es
de noche y uno espera una visita. De pronto nos sorprende el sonido de las
gotas de lluvia que el viento arroja a las persianas.”- Caminar
rectamente debía ser para el japonés de la época un ejercicio de imaginación y
juego, como un “bee-line” El ritmo narrativo en Virginia Woolf, por ejemplo en “La marca en la
pared” pasa por ser un camino vertiginoso pero de un modo inherente, implosivo,
llevando al lector al punto que alimenta la red. Alejarse a una cálida minoría
distanciándose de la multitud afirmando que se es todos. Alejarse del nicho de
mercado, tajar el alarido de la información para sentir la comunicación. ¿En
qué estaremos pensando?. "Sporco comunista", "mascalzone",
"frocio", "fetuso"... ("sucio
comunista", "sinvergüenza", "golfo",
"maricón"...). Fueron las últimas palabras que escuchó Pier Paolo
Pasolini antes de ser apalizado en mano de sicarios hasta morir en la noche del
1 al 2 de noviembre de 1975. El muro contra el que colisionó el poeta italiano
fue sin duda el muro que se obceca en usar las palabras como piedras de
contrafuerte. Estiro una pestaña más del
libro de Estívaliz y ahora, de la
parte central en el libro, “materia gris” y de la parte horizonte en
la vida. Será un golpe de cincel en la bruma para este otoño. Carve in etching. Será también preciso
decir que ningún escritor es dueño de una lengua. En la medida en que somos
pensados por la lengua.
" de
Ciudad Juárez"
Dentro
de este texto. Había algo.
Algo
que olvidé, porque el olvido es lo único que dura
Y
somos más lo que olvidamos.
He de
seguir con este texto, ya que lo comencé.
Tus
ojos mimetizan los míos cuando leen esto.
También
aquí me detuve yo.
…en posición decúbito dorsal y
vestida con pantalón de mezclilla…
Unas
pocas palabras que duren para siempre nunca.
Las
hay de la exacta duración de tu parpadeo en este instante.
Máquina.
Animal. Cromagnon de refinada sonrisa
Esclavo
de un algo que viene de más lejos
…de tez morena clara,
1’75cms…pelo castaño, ojos grandes color café, 24 años…
Es más
duro aún acabar poemas de circunstancias.
La
memoria es un artefacto cuya indolencia tiraniza.
No
recordaremos aquello que merece la pena ser recordado.
Dentro
de este texto había algo que ya no está.
Localizado
el cuerpo de una mujer no identificada
…A veces, no les queda más
opción que caminar solas por lotes baldíos y caminos sin iluminación…
A
ellas.
Ya las
recuerdo.
Le
parieron hijos a la adversidad.
No
tienen hijos. Son vírgenes.
No sé
quienes son.
No les
gustaba el café.
Les
chiflaba el café.
Durante
un instante parpadearon en este texto.
El
texto acaba aquí.
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