17 de septiembre de 2012

poema jamás escrito (4)


En ningún momento hay fin. Siempre hay que imaginar nuevos sonidos, nuevos sentimientos que transmitir. Y siempre, está la necesidad de mantener lo más refinado posible esos sentimientos y sonidos, de manera que podamos ver realmente lo que hemos descubierto en su estado puro, ver lo que realmente somos y poder transmitirlo.
[John Coltrane]


Maya Kulenovic  -blight- 34x30

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Poema jamás escrito (4)


La adoración limó el altar
como/casi
mi alma en la fortaleza subcutánea
de cómo y porqué podría decirse una redención, cuyo transporte por completo, correspondiese a ensartar con una pluma los males del mundo. El hombre camina con un pie por delante del otro y cuando el talón de uno toca la punta del otro
tropieza, es una ley relativa, a veces se encuentra con una alambrada y no puede retroceder
 a lo sumo, 
caminar sobre ella. Averiguo la superficie pensando en que este
     poema jamás escrito 
    tiembla
   cancela su clausura,
  engarza su oposición a la realidad mientras busca en tus ojos

            el mapa de la isla infinita
            donde planean fichas de ajedrez
            y del tablero un arrecife en danza macabra
            música pescante claro está y buenas caipiriñas
            inclusive viene a visitarme mi tía alemana.
            Gianni en cambio lo está pasando mal y vive de malos trabajos.
            No es el único.
            Incluso millones de almas que habito.

-Uf, -dice el pescador. Aquí pienso influido por el péndulo, y Foucault.

El bosque es el deseo.
El árbol el apetito.
La sinceridad la gravitación.
La palabra real no es grata, y la gratuidad, irreal
entregada desde siempre al alambre y la cruz
(en letras de molde) a la alcoba de los mitos

                                   los obispos hisoparían la inauguración
                                   con una docena de sensuales indígenas
                                   suena Wagner y hay palomitas,
                                   dejamos de hablarnos por un tiempo ilimitado y

podría observarme acostado y agitando los miembros
mientras arranco las hojas de un almanaque-
la membrana que rodea el mundo.

Tanques en Tiananmen y en los senados donde borran nuestros derechos
                                                                                  con el mismo tanque de tinta.
La cautela corresponde al alumbramiento.
Hacer maletas a lomos del viento
perder la custodia en una orquesta nómada.
La valija, en cambio excede el exterior.
Será imposible borrar los residuos. Aquello que traspasa
como la garra de un lagarto, aquello que repta
la ingravidez de mi piel.

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Maya Kulenovic Sanitarium 48x36

6 comentarios:

  1. Querido CC, tus palabras son demasiado para mí. Demasiada simpleza me alberga. Es como si me pusiera frente a un libro de filosofía. No me da la cabeza, como decimos acá. Te juro que intento, pero no puedo. Y no sabés cuánto lo lamento. Porque sé que sos sumamente bueno en el arte de escribir.
    ABRAZO enorme

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    1. Hola Emma. Tu presencia es un abrazo, aunque preceda de una confusión que intentaré elucidar más adelante. Primero, también desconfío de esa simpleza que mencionas, a favor de una sencillez ante la literatura, visión que también albergo, pero quizás este momento… mis últimas entradas digan lo contrario. Te prometo que las dos siguientes publicaciones serán de tu agrado, he escrito dos poemas dedicados a dos mujeres que seguramente tengas cerca de tu corazón. Segundo, el simplejo de superioridad del academicus es mucho más nocivo. Tercero y no menos importante, dejo de enumerar.

      La literatura es más que un adorno retórico, o un cliché que se deba a una lógica establecida como lo pueda ser ir de shopping o el patrimonio de una ciudad. La literatura debería ser apertura, el costurón de una vestidura llamada vida. Aunque mi escritura es todavía un ensayo indefenso y suponerle cierta gravedad todavía es demasiado aventurado. Cierto es que creo signos, pero quebrando su identidad en busca de un contenido furtivo. Las imágenes poéticas son furtivas. Lo prosaico de la filosofía(entendida de modo institucional) en cambio remite a una clausura, rencorosa, del deseo; aquello que se pierde desprendido de nuestra piel. Aquello que hace al poema cura de la realidad y rompe con la convención de los aparentes. Me permito entonces reírme de la vanidad que observo, leo, en muchas partes, y escucho, con otra vanidad mía, por ejemplo en mi anterior poema... “Haciendo esta mañana la colada / amor y pétalos me ponen emocionada / erección ave mojada / el acantilado da un mordisco. Hago una reverencia con el cilindro de un cartón que antes había sido el eje de un rollo de…”

      No puedo dejar la cosa así, debo forzar la noción, la inocencia concebida por aquello que se entiende ser poesía. Es como si me dedicara a vender poesía en los hipermercados por tener en mente la idea, muy seria, de que la poesía es, hoy, mero producto de consumo. Sobre todo la poesía que no sabe más que articular palabras desde un yo yo yo yo…
      “En el momento en que el sujeto poético se convierte en un objeto, la poesía, y las artes en general, no son más que copias de este modelo mercantil. La poesía que convierte al otro en "objeto" de compasión, las odas a lo femenino, al amor romántico, al sexo, lo excesivamente narrativo o prosaico, los poemas, ahí, quedan bañados por la suplantación, son versos que no atraviesan el lenguaje, donde no subyace la realidad metafórica del simbolismo humano. Todo ello hace crecer la imagen de un individuo simple, que prefiere no arremeter contra sus propias limitaciones. Se trata de la aniquilación del individuo complejo y multidimensional en pos del individuo manso.”…

      Texto extraído del Blog de Mar Benegas. Te reseño el enlace para mejor lectura//
      http://caracolasonduladas.blogspot.com.es/2012/09/apuntes-sobre-el-yo-en-la-poesia-o-el.html

      Por eso no puedo defender aquello que escribo, varado en la ruina, viendo como mis presentimientos se elevan como humo una y otra vez. Escribo para perder el rostro. Desde un “jamás” armónico, voz y no palabra, desde la impotencia, contra una realidad sistemática. La confusión causada supongo sea debida a este ir a contramano, esta descodificación de mi manera de “sentir”. El “poema jamás escrito” me acompañará hasta el final de mis días como un gato. No sin dolor pues es mi piel reversible la que maúlla y ausculta en el latido mi soledad entronizada. Caracol…

      Agradezco tu franqueza. Sabes que soy asiduo navegante de tu hogar, y siempre que anido un sentimiento noble con aquello que publicas, dejo mi rama. Abrazos.

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  2. Me quedo con lo que colgaste y más que nada con el comentario que le hacés a Emma. Me llega tu poesía no escrita,en todo caso, subyace..al menos para mí, una comunicación profunda que me lleva a indagar, al no lenguaje, impotente a veces para encontrar palabras que,casi nunca, son realmente expresión. Romper la utilidad de la palabra, romper con la idea de ser entendida...etc...Un beso.

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    1. a veces es complicado albergar una esperanza en nosotros mismos pero al observar la materia de la que estamos compuestos… revela, y sublima algún que otro acierto.. en ese “no me da la cabeza” de esa gran y hermosa persona que es Emma, hay escondido un rico mundo..
      besos

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  3. Estaba pensando que tal vez te sirvan de algo las ideas, los vectores de acción literaria, de aquello que se llamó "noveau roman".

    La sinopsis del texto fundacional que escribió Alain Robbe-Grillet:

    No fue una corriente literaria, sino más bien un movimiento de las cosas, una tendencia de lo real. La reunión tácita de una generación de novelistas tan dispares fue aquel sustrato común, impersonal: la experimentación de nuevas formas de escritura. Para el escritor ya no se trataba de ser fiel, veraz, en relación a un mundo más allá, o de ser su expresión. Se trataba de crear el mundo, de inventarlo. Develar las formas implícitas de una materia, en este caso la escritura, como el tallador que sigue las vetas de la madera.
    Estos escritos de Robbe-Grillet, que van de 1953 a 1963, tratan de pensar en este meollo experimental, vivo, las condiciones en que se despliega la Nueva Novela; la que ya vivía en Proust, Joyce, Kafka y Flaubert, y que luego encontramos en Beckett, Roussel, Bousquet, y otros.
    Este movimiento deshace toda una tradición que va de Balzac a Sartre, en la que reinaban el personaje, la historia, la metáfora, sostenidos en una visión naturalista, humanista y trágica. De la novela burguesa, aquella que expresaba la Edad del Hombre, su dominio en el mundo, a la novela del compromiso (del arte) con la Revolución, frente a la cual Robbe-Grillet reafirma que el único compromiso del escritor es con las propias mutaciones de su arte, de su práctica.
    En la Nueva Novela el hombre sigue existiendo, pero ya no puede asir las cosas, se le escapan. Su acción no le concierne del todo. Los objetos ya no le pertenecen, no hablan de él ni le hablan. Y a menudo el escritor moderno no tiene mucho para decir y no sabe muy bien cómo decirlo. Describe lo que ve, y eso es todo, y la descripción ya no es el marco para un contenido anecdótico, sino el movimiento mismo de la escritura. Los objetos y los seres están ahí, y es esa presencia la única verdad del relato. De allí que el lector sufra continuas decepciones. Pero como señala Robbe-Grillet: Si al lector le cuesta a veces trabajo orientarse en la novela moderna, también se pierde a veces en el propio mundo en el que vive, cuando todo alrededor suyo cede, viejas construcciones y viejas normas.
    Mutaciones que son las nuestras. Esta falta de orientación y este suelo que cede es nuestro hábitat, nuestro presente. Y hoy, como siempre, hay refugio e intemperie. El problema, como alguien decía, es que afuera de la casa hace frío.

    [http://www.editorialcactus.com.ar/perenne/vol11.html]

    Tropismos, el magnífico librito de Nathalie Sarraute: http://www.tusquetseditores.com/titulos/marginales-tropismos

    Y, por último, una reseña compuesta por citas que no está nada mal para tratarse de la wikipedia:

    Su deseo es el de alcanzar una "materia anónima como la sangre", quiere desvelar lo "no-dicho, lo no-confesado", es el universo de la "subconversación". Es una experta en detectar los "innumerables pequeños crímenes" que provocan en nosotros las palabras de los demás. Estas palabras son a menudo anodinas, y su fuerza destructiva se esconde bajo un caparazón de lugares comunes, frases corteses y comportamientos educados...

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    1. Gracias por dejar así aquí el texto de Grillet. Hay una novela suya que he leído incluso antes de empezarla y así me sucede si recuerdo su forma. Que incluso ahora creo sin haber concluido. Aquella novela errática e islote que es “el mirón”. Deleuze concluiría también que cierto noveau roman sólo existe en su lectura, no el anterior o el posterior Deleuze sino aquel que es cuando lee y cómo. Tu labor percibo ya allá en el ovillo está dotada de una percepción/de la percepción, en la percepción muy acorde a lo que traes. Y la verdad, me admira que en la wikipedia sean capaces de condensar así, aunque tal vez, el mejor arrebato se muestre en el desencadenamiento, el mejor bosquejo sin alimentar, bajo de esas reglas. O mejor aún, dentro de nuestra disipación en aquello que no podemos nombrar. saludos cordiales

      “ La sociedad unidimensional avanzada altera la relación entre lo racional y lo irracional. Contrastado con los aspectos fantásticos y enajenados de su racionalidad, el reino de lo irracional se convierte en el ámbito de lo realmente racional: de las ideas que pueden «promover el arte de la vida». Si la sociedad establecida administra toda comunicación normal, dándole validez o invalidándola de acuerdo con exigencias sociales, los valores ajenos a esas exigencias quizá no puedan tener otro medio de comunicación que el anormal de la ficción. La dimensión estética conserva todavía una libertad de expresión que le permite al escritor y al artista llamar a los hombres y las cosas por su nombre: nombrar lo que de otra manera es innombrable ”
      Herbert Marcuse en “el hombre unidimensional”

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