“El verdadero camino hacia lo absoluto
–escribe Kierkegaard-, no
va a través de la duda,
sino a través de la desesperación”
c c |
Hay una descripción absurda, una especie de presente sin
carcasa donde el cotidiano deshumanizar de las víctimas nos convierte en
ángeles, lo malo es, que las leyes no están hechas para los ángeles. La
intemperie en los poemas de Zhivka
Balthadzhieva son el claro refugio nómada que no
se acomoda al fuego como simple círculo sino como herramienta; adecuar la
interioridad a una fertilidad propia. “Sentir me basta”. Pero leerla y decir
basta, ¿es suficiente?, ¿es suficiente la inmovilidad sin sentir la intensidad
de las armas que registran nuestra piel sin dejarnos siquiera caer? Zhivka
mora en lo ignoto, extrae la simiente de un involuntario nosotros, el lenguaje
no-literario; itinerante. “las cosas que el polvo hunde/ sin prisas abrazar.” Abrazar la desesperación con la certeza de que el
mismo sol que calienta nuestros cuerpos hace nacer el polvo. Aquello que el intelectualismo
institucionaliza como si de capas de creencias se tratara. Proyectar.
Institucionalizar la paz. Esta obviedad también reluce, se denuncia, en el libro …
FUGA A LO REAL
ZHIVKA BALTDZHIEVA
ed. Amargord
PAZ
No
pensar con furor en nada, ni en nadie
En el
soplo respirar como flor
días
insaciables.
Con la
cometa pálida del horizonte
ser
siempre
y en
todo penetrar.
Qué más
me da que cada vez son más voraces
los
prados inminentes o andados?
Aquí yo
amo y a la tosca e inexpresiva rana,
y para
el escorpión puedo todavía
ser
la
salida en el círculo de fuego.
***
Sentir.
Cómo
el amor arruga mi
cara,
arruga tu cara…
Sentir me basta.
No hay
nada más.
***
Se
adivinan otros jardines
acurrucados
en aquí,
tomados
por las umbrías
o
reluciente sol.
También
ocurre allí
un día
apacible,
calma,
lentitud dulce, certidumbre.
Un día
sin vértigo.
c c |
¿Anticipo?
¿De
qué?
¿Respuesta?
¿A qué?
***
ULISES
A la playa de Ítaca
me trajeron dormido,
un cuerpo inerte sólo.
Primero
no me reconocieron
y después nadie me preguntó
nada.
He matado a los pretendientes.
Y más
¿Ser o ser?
Esa es la pregunta.
Un ser entumecido, hecho cuchillo
para rajarse a sí mismo,
dejar de gritar
amor.
/
Ser o ser.
…el metal, la metalurgia que extrae
de la tierra, aflora el caudal de la conciencia. El sonido. El pensar vivo, no
escapar de la armonía del agua. Su fuerza es la que destruye la representación,
perfora lo can-ceroso del querer aparentar. El agua, esa tinta que rodea la
punta de mi bolígrafo hasta el papel. Maduración disimétrica al control del
concepto. La métrica es control. El ritmo, filo… habitar este desierto. Bramar
contra la paz de los imperios, deshacer el amor propio para ser capaz de amar.
“Invisibles/
y (¿acaso?) inexistentes” ¿Y no
tememos si quiera nuestra imperceptibilidad? ¿Tan aferrados a nuestro pequeño
fraude estamos? Amar- Trazo. No trazabilidad. No consenso monopolizado dentro del
trino desesperar de la religión,
tradición, y el Estado. La gestión de la crisis a la par que el silencio de los
conflictos. Autoprogramar para
generar, ver, a corto alcance. Sucesión de máscaras reflejas en la gran especulación
mathematica, métrica, de un centro
de/en una gravedad arrodillado al Gran-Otro. Los versos de Zhivka, “A salvo/ entre los escombros de la intemperie”, revelan el sacrificio del hombre, la rebelión que
jamás se ha de olvidar. Todo, o nada. Destruir la imagen hasta preservar lo puro
de la emancipación y evitar el fácil consuelo de la velocidad, de las
velocidades lisas, cadenas significantes, cadenas de opiniones sincronizadas,
darwinismo social adecuado y adecuante,
para perezosos.
...
Crisis del futuro
en la zona del calor humano.
Instantáneas de presente,
entelequias, sueños, invenciones, sustancias indómitas
y distracción veloz.
No levanta la vista la imaginación
insertada
en el tránsito sin consecuencias
entre la nanoarquea, los bits cibernéticos
y la bacteria.
Descartada la pasión.
Y el dolor real.
Instalados en la Plaza de las Glorias
y con la vida por delante sin trascendencia
nos entrenamos febrilmente
bajo la trampilla de la noche y el lince del sol escurridizo
para que nada cambie,
nada suceda.
DIVINA COMEDIA
Cada vez más conectados, pululando
entre nuestras heridas
y las que asestamos nosotros.
Cada vez más conectados y más ocupados
en que nos toque nadie,
y menos con la mirada.
Cada vez más conectados, más
hacia las hormigas. ¿Hacia dónde excavamos
en el universo plano?
Invisibles
y (¿acaso?) inexistentes
multimillonarios de perdidos.
¿En la ciudad?
¿En el campo?
¿En el cielo?
¿Infierno?
/
No me encuentro en mí misma.
…atrás dejamos el siglo más
inhumano de todos los tiempos, e instaurada la presencia de un presente sin
presente. No sabemos valorar el acontecimiento del retorno. Tal vez el lenguaje
nos falle, tal vez la crítica carece del nexo preciso para hacer surgir en un
punto cualquiera, el vector, y la intensidad necesaria para borrar los umbrales
dentro de este mundo global relativo –glocal-
tomando un término de mi querido Arturo Borra, en su artículo sobre la
nueva Ley Ciudadana. [Lejos de tratarse de una “sana tarea de administración
de los límites” para garantizar la “normalidad democrática”, esta nueva
regulación autoriza el uso discrecional de las fuerzas policiales y la
limitación autoritaria del derecho de reunión y manifestación.] Hacer surgir la pasión, y tal vez la violencia
justa sea imprescindible para resquebrajar el cemento del hombre del poder de
la palabra. Hay una perdición, o padecimiento quizás, donde las ciudades son
lugares equivocados y en ellas nos transformamos, padecemos resignados el
paralaje entre la ciudad y la psique humana. ¿Resultado? La duda. Ser o no ser.
Con voz grave claro, sosteniendo la bella ruina inmolada en una mano, y en la
otra, la mano del verdugo. Loada ironía… “No me encuentro
en mí misma.” que apunta filosamente contra la
exhortación de “Las Leyes” “No nos pertenecemos a nosotros mismos” de Platón. Asignar a lo real un carácter difuso es
la condición de redes de comunicación. Anestesiar la furia hasta
solidificar la sangre. “Los pulmones de las letras respiran la gran negrura/ y
la transmigración acaricia/ las partículas caducadas” ...en su poesía Historia
Universal. La sangre y el tiempo nos
sostienen, los respiramos, escuchar las sirenas y no lanzarnos al mar es
aceptar el laberinto hasta convertirse en su perpetua reconstrucción.
METAMORFOSIS
Las cosas que sueñas se cumplen a veces.
Y las sobrevives.
Ocurren simple y llanamente.
En mitad de un gesto habitual irrumpen.
¿Y ahora?, te preguntas. Pero sólo es un instante
el pánico.
Después todo sigue su corriente. Como siempre
la hierba se regenera del frío y del invierno, y tú
sigues mortal
y
mortal.
***
Tras la cruz y la horca
nos arrastramos
miles de años.
Y los galgos fuimos
que pisan incautos los talones de la desintegración
nuclear.
El desplome de la historia nos arroja ahora
con trueno
en el espasmo del amor.
Y no hay más.
Y no hay
nada más.
***
Un ser humano.
Otro acontecimiento singular
en el interior de la urbe
y en las afueras de las sensaciones.
Conflicto
en la planta industrial
del universo plano,
en la línea de montaje,
finita
y autoprogramada.
Ahora
y nunca. Nunca.
***
Ninguna mudra del cielo
para curarnos
de lo eterno y lo fugitivo.
Ninguna mantra retraída
para el mapa del instante.
Ningún laberinto
para atraparnos
aquí.
Zhivka |
…es probable que escuchando la
cuarta sinfonía de Schumann se encuentren mejores discernimientos que los míos
dados a este libro así que os animo a haceros con el libro o a escuchar dicha
sinfonía…
…para leer una reseña y entrevista
a ZHIVKA BALTADZHIEVA podéis acceder clicando aquí ....uroboro
ResponderEliminarHay espacios que la Historia deja atrás y no devora. En ese "ahí" parecen entrar los poemas que comentas. Pero no viven al margen de la gran avalancha que arrastra( en el modo "in arcadia ego") sino que miran, un poco Jano, tanto al espectáculo histórico como a la vesícula de resistencia. Eso me ha parecido ver. Por una parte los versos narran, con la boca seca y en el borde de la angustia, el mecanismo que se comporta con extraña crueldad. Por otro, se enreda en ese "afuera de las sensaciones", en aquel "espasmo del amor" al que nos arroja el desplome de la historia (¿creyó Zhivkha en la Historia? ¿sigue creyendo?). Busca espacios que se quedaron atrás, como decía, en el modo y manera de bolsas de resistencia, esos espacios precarios que los ejércitos dejan detrás en su avance y que, en posteriores batidas, los batallones de la retaguardia se encargan de drenar. Pienso en la cabaña que de niños o de amantes o de meditantes gozosos hacemos bajo las sábanas, allí donde no entra el frío del día y su agenda, y que alguien nos quitará de un momento a otro porque se acaba el tiempo concedido.
Por otra parte, leyendo tu artículo, me he planteado la relación que se establece entre los versos y la prosa del que comenta. Realmente, la prosa metapoética se tiñe del poema y su "oscura sintaxis de síntesis", por hacer un juego idiota de palabras. Ejecuta la prosa la tarea del subrayado de conceptos, es decir, la traición de pasar de la imagen a la abstracción. Pero si damos a esa tarea una dignidad, cabría meditar si no será la reflexión filosófica ( al menos algunas de las formas del hacer pensamiento filosófico, que hay muchas) siempre un comentario o una nota a pie de página a un habitar poético. Esto es un poco heideggeriano y uno sabe de los riesgo de ese juego. Pero me parece correcto señalar que en todo poemario existen intuiciones que, más allá del centrifugado atómico de la elaboración poética, admitirían una elaboración conceptual no demasiado traidora ni desmitologizadora. Un meditar suave y como de caricia (aunque ¿hay realmente una caricia tan suave que no derrumbe la delicadeza?). Ahora bien: ¿es eso el objetivo del que comenta el poema (usted)?
Larga cuestión.
De nuevo, gracias por el trabajo de subrayado.
Abrazos
Larga, y está claro que mi querido Luís, no eres de los perezosos. No de otro modo entiendo tampoco como alguien puede, o debería emitir no un juicio, sino ya un sonido con un mínimo de… base. Origen.
EliminarSeguro que cuando escribe Zhivka también piensa, recuerda esas cabañas que en la infancia habitaba, a veces con el miedo de no poder volver a su hogar, y otras, tal vez deseando encontrar otro mejor. Lo digo, por las circunstancias o acontecimientos totalitarios que llevaron a prisión a… etc. Me encanta y celebro tu paso por aquí, más que nada, por el silencio de comentarios en las últimas entradas… tal vez debería dedicarme a leer más poesía del silencio, o…¿poesía de la experiencia? ¿Es èsta la que recién publico/comento poesía de la conciencia? La única relación que habrá entre mi prosa y los versos publicados será yo, en la jaima raiderina. No el ego. Sino el yo que se relaciona conmigo, a través de cierta poesía. Y aquí podría entrar la “desesperación” mencionada por Kierkegaard y todo lo que hay de rebelión/revelación sin ayuda de idealismos dialécticos. Más que con síntesis con procesos o devenires sintetizadores. Más que con residuos centrífugos, con asiduos centrípetos.
La rebeldía da a luz conciencia. Si en algo se asemeja la letra de la poesía a la sombra de una religión es en su luz. En su instinto de preocupación expone su palabra. Y para nada me parece exacerbado defender un tratamiento filosófico de la poesía, si por filosofía entendemos querer reunir a los ausentes, su música; latido y respiración. Ritmo y melodía. Expresión e impresión dentro de una misma arteria; esto lo digo aprendido por ti y aún por desarrollar… / Soy de los que siente que el artista es una flecha que en vez de dispararse hacia un punto concreto, hiende su punta llameada a modo de filo para redondear una potencia. Y claro que ahí está el caos de la superación, de la superación quizás, “in arcadia ego” de regular el pensamiento provocado por su obra en una “lejana” máquina de guerra. La enfermedad de la desesperación siguiendo a Kierkegaard aleja la realidad. Nos guste o no ese buen cristiano, nos libera del cinismo de pensar que estamos cerca de la realidad. Hablando recientemente con Zhivka descubrí que no leyó nunca a Paul Virilio(autor que creo está en perfecto paralelo con este libro), te comento, por hacerte ver también lo alejada que está de cualquier posible intelectualismo posible. Pero estoy por seguro que los acontecimientos de la historia no le son para nada ajenos, el desespero infundido en los hombres al foco de sus herrumbres, la gravedad de los Estados sobre la miseria humana tampoco.
…”¿es suficiente la inmovilidad sin sentir la intensidad de las armas que registran nuestra piel sin dejarnos siquiera caer?”-digo al comienzo del “artículo” y aquí me temo mi propia arista, esa que cuestiona la anchura del filo, si es suficiente hablar para un número determinado/reducido de personas. En vez de [todo o nada] ¿no sería mejor avance decir [todos o nadie]? Librarnos del lenguaje tan iterante, computado, en inducciones y deducciones para exigir una palabra exhaustiva. Es decir; decreciente. Voy a decirte una boutade, creo que todavía no se ha escrito nada mejor/ni distinto desde Rimbaud o Lautreamont. En occidente. Sólo idealismos, ideal de lo real, lo aparecido como real. Su historia no hace más que avasallarnos como seres expuestos a la servidumbre. Por eso no me parece tanta la traición hacer “abstracción de la imagen” si somos capaces de no conformarnos con lo dado, con el valor dado. En palabras de Laura Giordani y dotando de lentitud a mis palabras…[vértigo del roce con los elementos cotidianos, el vértigo que nos rapta a veces desdiciendo la necrosis de la sensibilidad por el habituamiento de los mismos, extrañamiento que surge de toda poesía].
Haces bien en decir que no es correcto señalar intuiciones conceptualizantes en esa cosa llamada poesía. Cuando la poesía, si verdaderamente lo es, abjura de la temporalidad aún dentro de su propia tempestad. Aún abjurando de todo orden con el tono nostálgico de un orden. ¿No es ese el carácter acaso de toda rebeldía? ¿No hay en la desesperación/extrañamiento, el ritmo sin palabra que alberga la poesía? “Ahí”…aquí, no hay ninguna rectitud o necesidad de envolver en razones esa carencia para justificar la intuición, para eso ya tenemos a los jansenistas underground en su perfecta trivialidad, desmitificando cualquier alarde de “lo bello”. A los que llamo abanderados de la poesía de “entretiempo”. Ilusión de presente, engreído de su persona y su… ¿cultura? Aquí debería dejar acabado el cometario. Pues en verdad no tengo respuesta. ¿Qué cultura es ésta que nos da lecciones de imprudencia, de veloz artificialidad?...artificial interioridad…
Eliminar…como hace poco leí un libro de Rochefoucauld, te traigo una de su “máximas”…[La hipocresía es un homenaje que el vicio tributa a la virtud][218]
…un abrazo, y que no se confundan los abrazos con ninguna ambición, que sean… a lo posible, mero amor… sin cortesía
Zhivka Baltadzhieva, nos sumerge desde lo finito hasta lo infinito, de lo oscuro a lo claro, desde el abismo al cielo del corazón bajo ese espejo que es la ecuanimidad de su ser.
ResponderEliminarFelicitaciones por ta excelente trabajo cc rider
...gracias a ti Carlos, por posarte en estas ramas.
Eliminarabrazos...
Otro de los saltos pendientes, para mí, aborda FUGA A LO REAL, como es del ser o no ser, al o ser, como salto cualitativo en lo ontológico del ser Amor eterno, absoluto y primero/fundador, Amor por/hacia todos los invisibles/inexistentes, more Borra, (in)visibiles/(in)existentes. Como trazo 'a salvo / entre los escombros de la intemperie', más allá de/'en los vertederos de la inmortalidad.' Gracias apreciada Zhivka y también a la Ed. Amargord por esta maravillosa y exquisita selección/presentación. Bss Luz.
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