PÁJAROS
Eso
basta, de una isla a otra los poetas se dicen palabras al oído
como mosquitas muertas esperan la lengua del camaleón
pasa el camaleón ¡zas! se convierten en grillos en mariquitas
cocuyos llenos de luz verdes como la menta
los poetas ciervos voladores blancos negros
me refiero al uniforme de plumas
esas niñas siamesas de la dinastía del astrolabio
un corrillo de tábanos en las orejas de la eternidad
entre páginas a ras del amanecer su lanolina
no hay otra cosa igual en cien millas a la redonda
como mosquitas muertas esperan la lengua del camaleón
pasa el camaleón ¡zas! se convierten en grillos en mariquitas
cocuyos llenos de luz verdes como la menta
los poetas ciervos voladores blancos negros
me refiero al uniforme de plumas
esas niñas siamesas de la dinastía del astrolabio
un corrillo de tábanos en las orejas de la eternidad
entre páginas a ras del amanecer su lanolina
no hay otra cosa igual en cien millas a la redonda
JUAN CARLOS MESTRE
encontrado en… un
encuentro/lazo por Eloísa Otero en
TAMTAMPRESS
igor siwanowicz |
Juan Carlos Mestre es amor y eso que acabo de descubrirle. También es un poco Rimbaud (pero algo calmado)
ResponderEliminarUn abrazo.
sucede que ayer, cuando iba a visionar el video de maría Eloy, allá donde sopa de poetes, me equivoqué y escuché otra entrevista, la de este caballero que conocía sólo de mentas, y entonces profundicé algo más a la espera de un libro….///
ResponderEliminarno sé si es amor, ni un poco rimbaud pero intuyo que construye con unos materiales que a la postre han de tornar, a la naturaleza, como artesano en cuyas manos están la memoria y el olvido, a ras de suelo, con la cola enroscada en la simple recitación. Yo en cambio me permito la arrogancia de comentar, una arrogancia un poco desesperada e irónica si es posible. Te extraigo un fragmento del diario de Pizarnik 1963… año de aprendizajes…. “”Les ardoises du toit”” “Peligroso momento cuando el poeta deja de decir yo para señalar las cosas exclusivamente. terrible transición: en La lucarne ovale R. dice yo y se queja, protesta, ironiza. Ahora habla de lámparas apagadas y de persianas cerradas. En verdad, decir yo es un acto de fe. Nada más desolador que un poema que señala las cosas en lo que tienen de mudas e inertes. La poesía, entonces, se convierte en un juego, en una búsqueda de palabras bellas que no signifiquen (y aquí pienso en Góngora). Cuando el poeta no se enuncia ni se erige para celebrar o maldecir aparece el silencio de la desesperación pura, de la espera sin desenlace. Y sin embargo, es también canto, es voz, es decir en vez de no. Es aún una prueba de fe, la última, la que precede a la página en blanco.”
así que no te sabría decir cara noctívaga / mi gata me observa como a un siervo
Carente de "finesse" para eso de la poesía, digo que el poema que escribes me gusta porque provoca un cierto cosquilleo en las orejas interiores, como de música pero de otra forma porque aquí se trampean los sonidos con imágenes que se enganchan de tal modo que no cabe articular concepto (aunque lo haya). Música. Inclino la cabeza también a tu comentario... Aplaudo desde el folio en blanco a los pulsos del yo y sus sedicentes. Salud. L
ResponderEliminar<>
ResponderEliminarVenir pagados
Mentira el saber y el ingenio,
sin palabra verdadera,
que si la palabra es vera,
es vera, por su querer,
que a todo ser,
desborda:
todo antes, para siempre
o después, y a toda espera.
Dar curso
al deseo que al encuentro va.
La palabra que apuesta,
y todo se lo juega,
en el mismo, y
contra, el mismo jugar:
la palabra que se da,
como un don recibido,
que sin recibo, sé da
Restituir el sentido del poder corporal en la experiencia de la expresión llevada acabo en el lenguaje. El lenguaje se funda en una experiencia corporal, ya que la percepción como experiencia sensible, conlleva la percepción del mundo y la inscripción de nuestro cuerpo en el.