“Travel
papers”
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poema quitado de la siguiente web / / / poesía.
Au silence de celle qui laisse rêveur”
—René Char
—René Char
En barco a la isla de Seurasaari,
donde
los peces pequeños se llaman esguines.
Un hombre lanzó un cuerno de madera de abedul
hacia el mar sin noche.
Queda, la voz. Fuego que no es fuego.
por delante años desconocidos por vivir-
una por una, las horas. Fuera
(De modo fugaz) nosotros mismos-
En un espejo inmóvil, en un azul interno
donde soñándose a sí mismo este viaje terrenal comienza,
pensó en ser desde lo oculto al final de lo visible.
Montañas delante y detrás,
brezos y líquenes, milenrama, olaga gatina,
a continuación, una villa marinera de hojas de chartreuse.
El combustible gastado, quemado
viento, cisnes en silencio.
Condujimos por la línea de abedules
los peces pequeños se llaman esguines.
Un hombre lanzó un cuerno de madera de abedul
hacia el mar sin noche.
Queda, la voz. Fuego que no es fuego.
por delante años desconocidos por vivir-
Las campanas de la torre todas de
golpe,
luegouna por una, las horas. Fuera
(De modo fugaz) nosotros mismos-
En un espejo inmóvil, en un azul interno
donde soñándose a sí mismo este viaje terrenal comienza,
pensó en ser desde lo oculto al final de lo visible.
Montañas delante y detrás,
brezos y líquenes, milenrama, olaga gatina,
a continuación, una villa marinera de hojas de chartreuse.
El combustible gastado, quemado
viento, cisnes en silencio.
Condujimos por la línea de abedules
de la
autopista desde Dresde
a Berlín, detrás de coches blindados
al atardecer, diecinueve de junio,
a Berlín, detrás de coches blindados
al atardecer, diecinueve de junio,
pasando la nube negra de un tren
de carga
de Budapest.
Entre pueblos que se desvanecen
de Budapest.
Entre pueblos que se desvanecen
pretéritos caballos que pacen
campos desvanecidos
El año anterior a tu muerte, América
fue a la guerra otra vez
al otro lado del mundo.
Así es como la tierra se convierte,
has dicho, una gruta de esqueletos.
En las ruinas de la estación: una cama empapada
sillas rotas, una estufa muerta.
El tiempo en blanco, la tiza y el basalto,
frailecillos, la fucsia y la historia de tiro
a través de las partículas
del reconocimiento:
éstaEl año anterior a tu muerte, América
fue a la guerra otra vez
al otro lado del mundo.
Así es como la tierra se convierte,
has dicho, una gruta de esqueletos.
En las ruinas de la estación: una cama empapada
sillas rotas, una estufa muerta.
El tiempo en blanco, la tiza y el basalto,
frailecillos, la fucsia y la historia de tiro
a través de las partículas
del reconocimiento:
humedecida con gasolina
y después incendiada, ésa tomando
cuarenta rondas, esta otra
encontrada once años después en un pantano.
En la comisaría, imaginarios
mapas, el humo perseguido por el viento,
los cuadernos de bitácora de los barcos fantasmas arracimados
y unos pocos diarios escritos de presidio
en papel de seda.
¿Te acuerdas de los lirios azules?
La gruta, la escarcha, el friso?
A través de las ventanas de vidrio soplado
antes de la guerra, un abedul deja caer la nieve
a través de sus miembros desciende en otros abedules. Ramitas de abedul
en el viento a través del cristal.
¿A qué andábamos? ¡Qué carcajada matutina
despellejando su luz de nosotros!
Usted dijo que los cementerios estaban llenos en una voz
como el viento trenzando entre sauces -los campos
en flor
pero en silencio, sin saltamontes ni abejas.
¿Qué quieres entonces? Usted con su…
reverso, desconocido,
tu libro de las cosas, tú
con los años a punto de ser vividos.
Tu padre cree que te llevó
con él, así estás
en una urna al lado de tu madre dormida
pero todavía estoy escribiendo con tu mano,
mientras perseveras en tus palabras encendidas.
Tal es la tristeza del piano y la luz de luna del rifle.
Las escaleras recuerdan tal como lo hacen las puertas, pero las ventanas no
no, al despertar, mirar por una ventana
si lo deseas recuerda tu sueño
Un dolor de esperanza del que volverás-
el rebaño de graznidos no es tu venida.
¿Flotaste hacia Salzburgo? Un viento
en los campos de mostaza?, o caminar sin embargo
junto a mí a través del asilo en Cracovia?
Horas después de tu muerte estabas
en todas partes a la vez como las golondrinas al atardecer.
Ahora tus momentos son nubes
en una fotografía de golondrinas.
En la hora abierta
entre el día y la noche
bajo las lluvias de Perseidas
pero en silencio, sin saltamontes ni abejas.
¿Qué quieres entonces? Usted con su…
reverso, desconocido,
tu libro de las cosas, tú
con los años a punto de ser vividos.
Tu padre cree que te llevó
con él, así estás
en una urna al lado de tu madre dormida
pero todavía estoy escribiendo con tu mano,
mientras perseveras en tus palabras encendidas.
Tal es la tristeza del piano y la luz de luna del rifle.
Las escaleras recuerdan tal como lo hacen las puertas, pero las ventanas no
no, al despertar, mirar por una ventana
si lo deseas recuerda tu sueño
Un dolor de esperanza del que volverás-
el rebaño de graznidos no es tu venida.
¿Flotaste hacia Salzburgo? Un viento
en los campos de mostaza?, o caminar sin embargo
junto a mí a través del asilo en Cracovia?
Horas después de tu muerte estabas
en todas partes a la vez como las golondrinas al atardecer.
Ahora tus momentos son nubes
en una fotografía de golondrinas.
En la hora abierta
entre el día y la noche
bajo las lluvias de Perseidas
nos abrazamos por una última vez.
Muerto, susurraste
Muerto, susurraste
dónde está el camino?
Allí, a través de la última de las sentencias,
Allí, a través de la última de las sentencias,
justo allí-
a través de la última de las sentencias,
a través de la última de las sentencias,
el camino -
***
Lasciate ogni speranza voi che
entrate”
—Dante
Me ha costado poner la piel en la traducción y seguramente
no lo conseguí.