El telón solloza en este teatro vacío
Aunque el apuntador ensarta sus oraciones
Pulgada a pulgada, para noquear la improvisación
Expectante de un palco zarpado hace siglos
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El autor compró una entrada y entra
En su boca hasta el lastre; la ciclópea escena
A punto de ser engullido y biografiado
Como un animal inquieto, trompicante
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Encarnada la multitud de personajes sin génesis
Muchos fueron practicando la contemplación,
Rodeando como una resaca el texto, los pulsos
E infames homicidios predichos a la hora precisa
Porqué sí
Todo tiene una fecha de caducidad
Unificante en una ciega voluntad
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Ni decir tiene que yo soy el niño
Sujetando la cuerda del telón
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Yomismo
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Tragando tierra como un gusano fantasmal
De opinión indisciplinada
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Bastard, bastard!!!Je........Creo que no deberías ser el niño sujetando la cuerda del telón. Tú deberías ser telón, teatro, personajes, autor, público. Pero el que sujeta la cuerda del telón acaba por convertirse en cuerda o amarrándosela alrededor del cuello. Me ha gustado. Beso!!!
ResponderEliminargracias por tu visita.
ResponderEliminarprometo volver (con tiempo)
Todo es uno solo, y al final el mismo. El que espera algo y no llega porque siempre estuvo lo que espero, como un eterno retorno,
ResponderEliminarasí lo vi, me gusta, besos
Tu escritura tiene alma, Rider!
ResponderEliminarPuedo ver el teatro, al autor, los actores, al niño que sostiene el telón. Pero esa imagen final es monumental, gusano tragando tierra.
Un abrazo.