acá os dejo unos textos de hace un tiempo
CONTRA [_II_]Nietzsche
*
Ivan Konstantinovich Aivazovsky |
—CONTRA
FRIEDRICH
NIETZSCHE —
Aquella
tarde abandonó su casa en Turín para dar un paseo, lugar aquel verano para
descansar salud y además, culmen de obras. Decían centauros. Pero ese verano su
mente tomó, inderivó, el camino que
seguían sus obras, fuera-del-camino.
Bacterias espiroquetas dormitaban. Ménades arrastradas. Pétalos desemblando entre hierros de tren
accidentado. No tenían bastante con apropiarse de la vida que quisieron
apropiarse también de la muerte. Nietzsche salvado en un abrazo. En la noche
cansada de aquel maltrecho caballo. El héroe trágico, errante- no por religión,
por higiene. En el momento que dijo “Madre,
soy tonto” y abrazó sollozando el lomo del animal. Cesó su acción contra
las falsas nociones. Las causas ascéticas pongamos por caso hoy, de la
televisión. Los falsos tonos de los dioses en la tierra, dosier no desde un abismo. El abismo es la simple sociedad que por
conformismo comete el melodramático crimen perfecto, el suicidio. Ciego. Frio.
Dogma. Red actualizable tras los acontecimientos. Acontecimientos holocáusticos
en el siglo XX. Como decía M. Foucault en “Las cosas y las palabras”. La gramática establece la taxonomía de cada
lengua”. El espectáculo de las sociedades dominadas. Sin responsabilidad.
inMu(n)das. La moral de economato. La
individualización de unos códigos rentabilizados en el escaparate del modelo
consumista. Mudas.
La soberbia del poder se apropia del azar como condición indispensable de
las voluntades, de su percepción, de un modo anestésico y narcotizante. La
delgada línea roja. La locura. Y si… la verdad se usa como moneda de cambio,
sí. “Hay que
intentar de una vez poner en duda el valor de la verdad” ...decía
Nietzsche. El pánico de la autoconservación; el postulado. Y aprehender sucesivamente sería el
inverso, detener la mirada. Hacer una naturaleza muerta hasta el infinito. Lo
que mal se llama una selección natural, es, selección reproductiva. El cliché
del poder no calcula daños, su esencia es la utilidad.
Deberíamos inventar un nuevo valor para la verdad tal vez. Cómplice contra complexo. Y si Nietzsche
cuando abrazó el lomo del caballo nos prolongaba, pedía perdón por el valor de
nuestro embotamiento y el sufriente lomo del caballo…
En [El nacimiento de la tragedia]
“… deus ex machina* : éste traza el programa del futuro, como el prólogo del pasado. Entre
esa mirada épica al pasado y esa mirada épica al futuro están la realidad y el presente lírico-dramáticos.” …*(dios sacado con la máquina: en el teatro antiguo, dios que por medio de
un mecanismo aparecía en escena al final de las obras para provocar el
desenlace. Según Sócrates esto ocurre “cuando los autores trágicos se
encuentran en una situación embarazosa”(Cratilo, 425 d). Nota de Andrés Sánchez Pascual.
De [La gaya ciencia]
“¡Oh viento mistral, cazador de nubes,
que matas las penas y barres el cielo,
viento rugiente, cómo te amo!
¿No somos ambos primicias
de un mismo seno, eternamente
predestinados a una misma suerte?
Arranquemos, para gloria nuestra,
una flor de cada planta
y además dos hojas para una corona.
Bailemos como trovadores,
entre santos y prostitutas,
entre Dios y el mundo”
…la espalda del caballo se arqueó
con la benigna demencia del entusiasmo artístico. Así pues Nietzsche aquel año
escribió varias obras con la furia y precisión que solamente él, pudo hacer. Obras todas contra la dominación de un pensamiento del ir más allá de la verdad, sin cuestionar la propia verdad. Es
cierto y propio que la pasión y la expresión tampoco “dicen” la verdad, pero están ahí emparentadas como la cadena de
nuestro adn al sueño y a la vigilia,
al trabajo de la memoria y al trabajo del olvido. Intacto, al inicio. La
realidad cotidiana, luego, es, cuando la sensación moderna opone su esto es sólo un espectáculo. En la obra
de Nietzsche siempre se sucedieron dos luchas. Pasión y expresión o; la
primera, lo antiguo. “Así es como, guiándose por
las experiencias del oyente verdaderamente estético, nos imaginamos nosotros al
artista trágico mismo, nos imaginamos cómo crea sus figuras cual si fuera una
exuberante divinidad de la individuatio, y en este sentido difícilmente se podría considerar su obra como una
“imitación de la naturaleza”, —cómo luego, sin embargo, su enorme instinto
dionisiaco se engulle todo este mundo de apariencias, para hacer presentir
detrás de él, y mediante su aniquilación, una suprema alegría primordial
artística en el seno de lo Uno primordial.” La segunda, lo nuevo. “En todos los lugares donde encontré seres vivos encontré voluntad de
poder; e incluso en la voluntad del que sirve encontré voluntad de ser señor.” [Zaratustra]
Las dos luchas se resumen en un cambio de creadores. Un actualizar “lo
inactual”.
Resulta complicado ahora hacer una defensa. Señor… del estado… o como
dijo lacónicamente N. de
sus universidades “Quienes piensen… que una
innovación política basta para que los hombres sean de una vez para siempre
habitantes satisfechos de la tierra, merecerían ser profesores de filosofía en
una universidad Alemana."
Las aspiraciones crecen a medida que menguan las libertades. A medida que
los diálogos se van alejando de sus interlocutores, se van llenando de signos,
diseños, designios, hasta formar un horizonte hambriento, comecarnes. Uno queda perplejo ante los intentos del análisis
crítico de cualquier época. Y cómo, una bandada de ávidos lectores hace
expedición estética, ascética, hasta llegar con un holocausto en la mirada a
experimentar la propia finitud. El estilo de Zaratustra se nutre, de aquello
dicho en el [Ecce Homo]- “Un buen estilo en sí es una
pura estupidez, un simple “idealismo”, algo similar a lo “bello en sí”, a lo
“bueno en sí”, a
la “cosa en sí”… Suponiendo, claro
está, que haya oídos para oír, que existan hombres capaces y dignos de un pathos así, que no falten sujetos con quienes nos
podamos comunicar.” La dureza, aspereza, que preconiza excluye lo femenino, pero es una
paradoja, pues comunicar, el azar de la naturaleza y curar, el nacimiento y el
retorno son femeninos no solamente en un sentido musístico, de conquista, o alivio. Zaratustra odiaba a las
parteras, Sócrates era una partera. Hacía alarde de un verbo infinito.
Zaratustra quería, quiso— y subió tan alto solamente
para hundirse en el agujero negro de la ausencia de palabras. Allí en cambio,
el hombre conjura el caos y cae en un complejo de uterofobia, sobre todo, si se para a desentrañar las imágenes como
si no fueran reales, como si fueran las imágenes inscritas en una caverna y no
en las propios pliegues del cuerpo. El pensamiento, la reflexión, he aquí la
primer doblez. No reconocer la locura
de la razón.
Aquí paso a relatar una experiencia repetida durante mi adolescencia.
Simplemente consistía en cerrar los ojos y pensar hasta lograr sentir(me), una cuerda tensa. Al tensarse una
ilusión se producía, la cuerda giraba. En ese momento me perdía, extraviaba
tras el cerramiento de ojos. Tras horas de lectura recuerdo. Una hipersconsciencia me trasladaba a la
nada. Una sucesión de horizontes que me atrapaban en un solo horizonte. El
horizonte no era una condición, era una práctica, un círculo abierto. Una zona
articulada de descanso, silencio y, desconocimiento, ignorancia, ignoscere que
etimológicamente significa perdonar,
salvar el autoapresamiento quizás. Heidegger
contaba que el Zaratustra debía leerse igual o “del mismo modo estricto que leerse un tratado de Aristóteles”. En
cambio, no creo que Zarathustra sea el sometimiento de un centro, ni la
tentativa de, pues el poetizar que mueve a Z.
no se debe a una vida contemplativa, no vela por el significado, la totalidad
no es ninguna cultura. “Todo en mí es mentira” haciendo del tránsito del contenido a la
expresión un nacimiento. El recuerdo de la cuerda tensándose quizás.
Los griegos inventaron la ciudad, Roma legó el imperio y, los judíos los
adiestraron a su vez en el arte de sentirse un pueblo, a su pesar. En [El nacimiento de la tragedia] se esboza
la oscilación sobre el espectáculo, su constancia cotidiana y para
salvaguardarse del pesimismo de la memoria, aquello que dejó de ser una
realidad, invoca en [prefacios del
nacimiento] un no conocimiento, vida, “Para todo obrar se quiere olvido”.
Pero, el olvido no existe. Olvidar es una mudanza. Hay que caminar por la
cuerda de la vida sin pensar en los puntos de apoyo, esperan. “Que el carácter de la existencia sea desconocido: ése es el
profundísimo y supremo fin recóndito de la ciencia, de la religiosidad, de la
tendencia artística. No ver muchas cosas y ver muchas otras que no son… En los
momentos que el hombre se convierte en engañado, en que cree nuevamente en la
vida, en que se ha engañado a sí mismo: ¡ah, de qué manera se envanece entonces!
¡Qué delicia! …Y cada vez que el hombre se regocija, hay siempre lo mismo en su
alegría; se regocija como artista, goza de sí mismo como poder. La mentira es
el poder…”
[frammenti postumi
dall’autunno-inverno,1887-88] Así, el regreso, la cuerda se tensa, se
regresa a la metafísica del arte de “El
nacimiento…”(1871) pero Nietzsche ahora se separa de sus convicciones,
orienta la cuerda entre/hacia el pesimismo teórico y el optimismo más vital. La
metafísica se agota, el criticismo kantiano es hábito: algo devenido.
Apareamiento con la apariencia, para que no queden marcas ni resentimientos;
apagamiento. “Sólo los decadentes defienden que la compasión es una virtud”
[Ecce homo](1889). ¿Entonces qué
dices señor Nietzsche? ¿Qué he de ser injusto pues el mundo es injusto?
Demostrar fuerza nunca ha sido mi especialidad y aún así golpeo-asqueo contra
el muñeco de la sapiencia, horrenda ilusión enraizada en nuestra existencia.
Ciudad, imperio, pueblo.
Sociedad del espectáculo, circo romano, la sangre que corre. El tren que
se detiene un momento. Lo vacío toma
asiento, asiento. Asiento, que demuestra su democracia, su democratización de
lujo, asiento, asiento, y cuanto más se repite, más digno es el acontecimiento,
asiento, asiento, ¿cuántos muertos?¿y a cuánto la herencia? ¿a cuánto resignifica la comunicación? No,
ya no es posible asumir una tarea histórica, ¿pero tampoco podemos asumir una
vida propia? Según Nietzsche la vida se oponía a lo histórico, y es miedo, o
vértigo, ver que nosotros compartimos el tiempo, es decir, los mismos problemas
de hace 100 años. ¿Olvido? No, no. Ni historia, ni olvido. Languidecer tal vez,
con el melodrama del modernismo/postmodernismo de… “todo es espectáculo” . Como
decía Giacomo Leopardi “El aburrimiento es el deseo de felicidad en estado puro”
pero para seguir domeñando el rebaño, la felici…moral
hipócrita. 189, La gran política “¡Singular locura de los juicios morales! Cuando el hombre está dominado
por el instinto de poder, se cree y declara bueno, mientras que aquellos sobre
los que le hace sentir su poder, le consideran malo”
[Aurora] El melodrama, allá donde una
sola fuerza se legitima. La esperanza, el cristianismo, el capital. Se fuerza
el desgarro ahí en la aniquilación paulatina, excavada en el costado,
retransmitida, radiada, con la conciencia o la barbarie. El pesimismo, el peso,
el dólar, deuda, dedo. “Quien no sepa fijarse en el umbral del instante olvidando todo pasado… no
sabrá jamás qué es la felicidad ” Nietzsche, creo, imaginaba
un lenguaje como si fuera una nueva forma de vida. Es decir, dedo, yaga. Dedo,
yaga-ojo en el tímpano del filisteo. Aquel invadido e invadente por lo superfluo y lo ejemplar, dissolution cool, complex temptations.
¿Y la democracia? Asiento, asiento, asiento. Es decir; el siglo XX… el siglo de
las guerras sin afecto, mucho se aprendió
de la religión, da paso a las políticas sin afecto, la representación de un
devenir, de un poder de la gran mentira; el tropo de las palabras invade, vence, la resistencia. Y aún así, tercos, como
diría una gran amiga, en una eternidad que ya hace mucho ha acabado.
¿
El amor? Tal
vez cuando en el interior, conciencia y palabra se tornen ecuánimes tras una
extensa travesía de exponer, experimentar lo versificado hasta desprenderse de
cualquier asentamiento arquimédico,
no-sintiente, no-geogramático en el cuerpo. ¿Proeza? No, simplemente
la erosión del yo; la película
brumosa que rodea el ojo y corroe el reflejo. Quedamos solos. Autoempequeñecemos cubiertos de
necesidades que nos ocultan, inoculan, modernas modalidades de inacción,
infección, palabras que. Tal vez si… lo sintiente,
lo geogramático, una antropología
cinética… que el
carácter de la existencia sea desconocido no quiere decir, que no debamos tomar la historia
como algo trascendente, lo es. La instantaneidad del refugio, habitar el fino
hilo que asoma de nuestra boca, la interiorización musical. Como si un nuevo Prometeo debiera sacar el fuego
de su estómago hasta saciar la garganta de los infiernos y en las fauces de los
recién nacidos, medir, la susceptibilidad histórica. Atended cuando escupís al
viento. [Ecce Homo] “Mi humanitarismo me obliga a
estar constantemente venciéndome a mí mismo. [Zaratustra].
“Construyamos
un nido en el árbol del futuro: a nosotros, a los solitarios, las águilas nos
traerán el sustento en sus picos. Tened por seguro que no será una comida que
también los impuros puedan saborear; les parecería que están comiendo fuego y
se quemarían los hocicos.” La jaula, la boca, sin pájaros. Un gesto de
camaradería… inmolarse, vida interior compasiva e, interior. Carecemos de
fuerza exterior, es decir; resistencia que, como decía Nietzsche era por temor
a la realidad. [Anticristo] “el miedo al dolor […]
no puede
acabar de otro modo que en una religión del amor”
Cristianismo. Por lo menos, las enseñanzas de Gautama Buddha eran más higiénicas que dogmáticas. El amor
como tarea y no treta.
¿Pues qué cosas escribimos y pintamos nosotros, nosotros los mandarines
de pincel chino, nosotros los eternizadores de las cosas que se dejan escribir, qué es
lo único que nosotros somos capaces de pintar? ¡Ay, siempre únicamente aquello
que está a punto de marchitarse y que comienza a perder su perfume! ¡Ay,
siempre únicamente tempestades que se alejan y se disipan, y amarillos
sentimientos tardíos! ¡Ay, siempre únicamente pájaros cansados de volar y que
se extraviaron en su vuelo, y que ahora se dejan atrapar con la mano — con
nuestra mano!...”[Más allá del bien y del mal]
…. y al final de sus días lúcidos, luchó, contra la tiránica bandera de los
conceptos.
Aquella tarde abandonó su casa en Turín para dar un paseo…
Aquella tarde abandonó su casa en Turín para dar un paseo…
…diciembre 1889, Turín, un cochero azota un caballo que carga un peso
excesivo, lo abraza, lo protege, nadie bajo ninguna circunstancia puede
separarlos hasta que llega Fino, dueño de un quiosco en la misma plaza e
inquilino de la pensión que Nietzsche regenta.
LXXI
El ángel que presidió la ceremonia
de mi nacimiento
dijo: “Pequeña criatura, hecha de alegría y de júbilo,
ve y ama sin ayuda de nada en el mundo.”
WILLIAM
BLAKE
///
12 de febrero de 1890 [Cartas a Theo] Vincent van Gogh
El artículo de Aurier me estimularía si me
atreviera a dejarme ir, a arriesgarme a salir más de la realidad y hacer con el
color una especie de música tonal, como lo son ciertos Monticelli. ¡Pero,
también, me es tan querida la verdad, el intentar hacer lo verdadero! En fin, que prefiero seguir siendo zapatero a
ser músico con los colores.
En cualquier caso, tratar de seguir siendo
verdadero es quizás un remedio para combatir la enfermedad, que no cesa de
hostigarme.
El deseo de “cambiar aunque sea
para peor” se hizo obsesivo. Theo le encontró un lugar a 35 km de París, en
Auvers-sur-Oise. Allí un arma de fuego acabó con su vida.
///
El conducto, “Mutter, Ich bin dumm”, madre, soy tonto. Elevada opinión sin temor. Una escritura-pintura sin
creencia. Deshacer el amor propio palmo a palmo de una manera, impura,
intuitiva, sin escupir al viento. Comprender el sonido, el giro y su propio
reflujo. ¿Preguntarme por qué Nietzsche es tan sabio?. ¡No! Todavía me
encuentro en un preludio. El conducto.
Amor, le dicen al deseo, que sólo siente el
animal herido, de volver al cobijo materno, y aún antes. [Bélgica] Chantal Maillard.
6 de agosto de 2013
DANIEL C. CASADO
*
Van Gogh
Women miners carrying sacks of coal The Hague, early November 1882 |
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