Esta noche tengo el brazo acalambrado por empuñar una luz
en el hueco de mi sombra
cueva de espantadas antípodas.
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Parece el eterno sacrificio a un remoto orden
pero no lo es
no todo es teatro.
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Son mis dedos tocando la faringe
Abjuro de los laberintos de mi ser cautivo tras los matorrales
tras las bifurcaciones, los rebaños
y el relincho del resplandor.
Ávida materia que cimenta mi absurdo
y consolida mi lúdica lucidez.
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Hoy abrazo mi sombra
no por indulgencia ni consuelo
sino porque es testigo de mi libertad.
Nació de mi boca tras bramar en mi vientre.
el aliento estepario
porque ya no existen refugios,
ya murió el tiempo *
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Apuntalado mi lecho en la deriva
lamo el abismo con la travesía
y en los merenderos del destino
he conocido tus ojos azules
infinitos al fin
recorriendo la estela de mi ancla
como una puerta en el cielo
y en tus labios la llave
el manjar sucesivo
los aniversarios, el grito de hermandad
el devenir
la diversión de los grumetes.
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Veo el fuego felino fecundo fiel al regato
mi sombra se arrodilla
mis manos flotan entre tus muslos
mi lengua emprende el viaje de Ulises
para destejer el bálsamo
el estandarte.
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Sin una palabra
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* Está claro que los actores perfeccionan la apariencia y miman lo perecedero. Como mantis religiosas.
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Sin una palabra me quedo despues de leer tu poema, queda de más añadir nada. Solo leerlo y releerlo. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso sin palabras
Me encantan las dos últimas estrofas (y el verso final). Esa lengua que desteje, y jamás acabará de destejer...Esos ojos increiblemente azules y fantasmagóricos. Bello...Bico y buen arribo en el día de hoy.
ResponderEliminarMenos palabras, más besos.
ResponderEliminarDe esa forma, Ulises jamás querrá volver a Itaca.
ResponderEliminarMe gusta leerte y lo hago doble siempre contigo. Me gusta la idea de abrazar a mi sombra, aún la busco a veces se esconde...
ResponderEliminarbesos me encanta leerte
Es extraño, pero en tu lista de blogs aparezco con una entrada antigua, blogger está fallando todo el tiempo.
Carmela, quedarse sin palabras es lo que me ocurre en estos momentos. No por ello mi corazón cesará de brotar este nacimiento, ni cejará de celebrar sus visitas.
ResponderEliminarVera, el arribo ha sido bordar de nuevo la madeja para flotar como un pez, que poco aire necesita, pocos los vuelos que añora, porque soy un pez satisfecho de morder el anzuelo.
Siberia, muack.
Joven, no recuerdo si Itaca merecía el apetito que ahora menciono y crece en mí.
Mixha, hay lugares que creemos lúcidos sin darnos cuenta de que la sombra, está ahí extendiendo su mano y sus yemas, acarician nuestra mirada para que no la descubramos. Tal vez por timidez.
Leerte es una copa de vino en un barco que ya partió.. y tal vez se hunda.....
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