Resurrección
¿Qué después de esta vida tengamos que
despertarnos un día aquí
al estruendo terrible de trompetas y clarines?
al estruendo terrible de trompetas y clarines?
Perdona, Dios, pero me consuelo
pensando que el principio de nuestra resurrección,
la de todos los difuntos,
la anunciará el simple canto de un gallo...
Entonces nos quedaremos aún tendidos
un momento...
La primera en levantarse
será mamá... La oiremos
encender silenciosamente el fuego,
poner silenciosamente el agua sobre el fogón
y coger con sigilo del armario el molinillo de café.
Estaremos de nuevo en casa.
Vladimír Holan (1905 - 1980) Trad. Clara Janés
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Esta mañana tras una noche sin
sueño, con la mente incandescente y el corazón casi escarcha me acerco a una
cafetería. Quiero escribir algo, imposible sin decir. Sin pronunciar y aquietar
lo dicho. Recuerdo entonces un encuentro hace un año con Clara Janés, y
recuerdo así, al poeta del que habló, tradujo y amó. Siento las garras de su
poema en las entrañas. Tendido y expuesto al riesgo del silencio. Expulso el
poema, en azul nace otro poema.
Despierta sin haber dormido, nace sin haber nacido. El poema sabe del daño,
dice el daño… el rastro. Dice niño que no va de
la mano, ahí donde sé qué soy. Algo o alguien que se dirige hacia, algo
o alguien que se desprende como un terruño de la tierra, y conserva el hueso
húmedo del pozo oscuro. Exhumado, exhumando. Algo
esta mañana
tal vez sueño
deslizo el café en los labios.
esta mañana
tal vez sueño
deslizo el café en los labios.
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Despertar.
El ofrecimiento, el
rostro.
La expresión.
Reposo el gesto en las
garritas del ave
me salva, me respira
al cielo
liga la respiración de
las nubes al fruto
que asegura mi última
palabra para desencantar el mundo
y encantar el deseo,
el ofrecimiento.
"Imposible escribir sin decir", cuanta razón tienes.
ResponderEliminarImagino ese café, leo tu poema y recuerdo un fragmento de Clara Janés que me gustaría dedicarte:
Nadie, como yo, sabe
que existo
y creceré
y amaré
como aman estos brazos
que me sostienen
porque no sé andar aún...
Pero escucha, escucha:
todos los árboles se mecen
en la música.
Y en mi interior,
donde un secreto sol
me hace adivinar
el sol secreto
de la oscuridad.
Un beso çç
…imposible escribir sin decir, y cuántas veces se nos hace igual de costoso no escribir cuando hablamos, no tratar de constituir, construir cuando hablamos… como si al hablar la mirada hiciera un “paralaje” –lectura para acercar al otro, revelar tal vez así “el sol secreto de la oscuridad”. Cuando decimos que es necesario decir cuando se escribe es probable que también exista el deseo de hablar y escuchar como si escribiéramos… nacer no lo sensible y sí la sensibilidad para sostenernos, más allá de cualquier representación idealista. Los árboles, las personas que al respirar dan aire…
Eliminar…pero como dice este poema, “los brazos aman”… lo sencillo, lo cómplice ha de vencer… un día me gustaría contarte sobre una historia de una anidada de pájaros que se negaban a abandonar un mismo parque, hasta que todos aquellos que lo pisaran no reconocieran sus propios deseos, hasta una alteridad precisa de la felicidad infinita.
abrazo
Y a mí me gustará escucharte, ;)
EliminarUn abrazo,
Hola, amigo, y bienvenido al mundo de los vivos. Son hermosa las reflexiones poéticas que hoy nos propones, pequeños gestos en el inicio de lo que viene después del después (fin del verano o postapocalipsis) que bien podrían sustituir a las oraciones de la mañana. Despertar sin clarines es buena idea que legitima la blasfemia ante lo prometido por el señor de los cielos. Pájaro, café y los pasos de alguien querido al otro lado de la pared, despierto o dormido. Yo, aquí, veo las nubes que corren encima de una montaña y la grisalla se va diluyendo por el sol.
ResponderEliminarBuen despertar al septiembre que amanece
…es maravilloso encontrar, sin ver -y a pesar de lo dolido por servido- a aquel que no tiene miedo, aquel que es tú desprendiéndose del miedo y de la libertad hasta apropiar-se el abismo. “La inteligencia es la facultad que nos permite reducir la incertidumbre.” L.S. La incertidumbre tal vez como tenencia de infinito, tenencia humana de blasfema porción de infinito. Pájaro, nube, café, brazos que sostienen sin resistencia, sin exigencias, sin ideales de la razón al fin. Es decir; vivir contra la muerte, contra la certidumbre. Este es mi ánimo, alegre de volver y ahuecarme a continuación de tu comentario, pequeños gestos para desafiar, afinar en el desfiladero. Todavía huela a ella, a esa “postapocalipsis” que tiñe (por lo que veo ahora sobre esa montaña) de grisalla y no del jardín de las delicias, el cielo gallego. Aquí los efectos relajantes de Epicuro se quedan cortos cortos…
Eliminar…querido amigo, volvamos al mundo de los vivos y borremos su temor, su temor al hechizo, aunque para ello sea necesario deshechizar el mundo
cara
a
cara
…
Ese despertar que tiene algo de lavarse el rostro, arrancarse el cansancio, la lagaña, hasta que el rostro transparenta y deja pasar la luz, de dentro a fuera, de fuera a dentro...Esa es la única resurrección en la que creo. Me gusta tu poema, y me gusta el poema que nos traes. Aquí hay precisión, y la luz no ciega, sino que se adapta al contorno de las cosas....Quérote irmanciño! Bico!
ResponderEliminar…es MUchO lo que este mes tengo que agradecerte. A ti y a nuestras amigas “mosqueteras” que hicisteis de este mes, para mí, un día, pero sucede que el sábado pasado… encender el fuego, poner el café… fueron simples actos que aniquilaron todo lo que me rodeaba, añicos ahincados hacia dentro, añicos, ramas también que usaré quizás para empezar esa nueva vida ya esta semana…
EliminarEl despertar del que hablo, es un poco el despertar del cuerpo, dejarme de revueltas y revuelos espirituales pues tengo necesidad, el deseo mejor, de encontrar la otra mitad de mí mismo… adaptar el ritmo de las cosas a la percepción, al temblor, el contorno. De todos modos, el cuerpo como naturaleza inexplorada requiere construcción para ser descubierto. Aquí está el niño que “no iba de la mano” y tardó tiempo en volver, volver a la palabra, al signo palmario. Develar rostro sin ningún tipo de atadura ni máscara. Pero, para llegar a ti. Llegar a. Fraternidad. Reconciliar pensamiento y reconocimiento como se pueda armonizar el significado y el signo, aunque para ello tal vez debamos tender al Infinito, a la perfección. Es decir; a ser responsables. Me viene a la cabeza el detalle por ejemplo de Japón, donde el concepto ecología no existe en su idioma, ni ese ni ninguno parecido pues la sociedad tiene el anhelo de unirse a la naturaleza y compartir ese gozo sin necesidad definitoria.
Espero que este despertar no perjudique lo soñado. Ni menguar el deseo de soñar hasta derretir la escarcha sentida al despertar…
… espero esta vez encontrar la latitud exacta.
Todo ofrecimiento es un temblor. En esa vibración, en el gesto aterido, en el espasmo, nacen los encantamientos, estoy casi segura.
ResponderEliminar"Hay destinos
donde lo que carece de temblor no es sólido."
Ésos son los versos de Holan que nunca olvido.
Bienvenido, querido.
Un fuerte abrazo.